Ana Peleteiro busca el gran salto con Iván Pedroso

Ana Peleteiro es atleta, saltadora de triple, y muy buena, una de las grandes esperanzas del atletismo español. A los 16 años fue campeona del mundo júnior. Fue en 2012. Saltó 14,17m, una distancia que no ha vuelto a alcanzar. Desde entonces, como si su vida no pudiera no ser sino una imitación de su especialidad, su existencia ha sido un continuo salto de ciudad en ciudad, de entrenador en entrenador, en busca de sí misma, de la estabilidad, de la gran marca que no ha llegado, del entrenador que le ayude a expresar mejor su potencial.

En junio de 2013, antes de cumplir 18 años, Peleteiro terminó el bachillerato y dejó Galicia y a Abelardo Moure, su entrenador de siempre, para entrenarse en Madrid con Juan Carlos Álvarez, el técnico de la campeona de Europa Carlota Castrejana; dejó Madrid en abril pasado para irse a Lisboa con Joao Ganço, quien en su grupo de entrenamiento también cuidaba de Nelson Évora, campeón olímpico en Pekín 2008; seis meses después ha decidido regresar a España, a un chalet de Guadalajara, donde se ha ido a vivir. No ha cumplido aún los 21 años (lo hará en diciembre) y Peleteiro ya trabaja desde hace unas semanas con el cuarto entrenador de su carrera, Iván Pedroso.

“Ana vino a hablar conmigo, me dijo que necesitaba cambiar y me pidió que la entrenara”, dice Pedroso. “Yo pregunté a la federación española si estaba de acuerdo porque quiero que todo esté en orden y como me dieron el okey la recibí con los brazos abiertos como había recibido también a Nelson Évora, que me había llamado antes”.

Después de una gris actuación en el Mundial de pista cubierta en marzo, Peleteiro intentó infructuosamente con Ganço clasificarse para el campeonato de Europa y los Juegos Olímpicos de Río. "El técnico portugués había estado entrenando unos días de Madrid y después del Mundial de Portland Ana pensó que sería bueno cambiar a Lisboa. Después de los Juegos de Río, además, Ganço decidió dejar de entrenar a todos sus saltadores salvo a Susana Costa, con lo que Ana tuvo que buscar otro técnico", explica Alberto Suárez, representante de la atleta gallega. "Ella ya conocía a Pedroso y tenía muchas ganas de probar con él".

Desde que se lanzó a la aventura de entrenar con el francés Teddy Tamgho hace unos años, el saltador cubano nueve veces camperón del mundo se ganó un prestigio que no ha cesado de aumentar con los años. En un solo año a sus ordenes, la extraordinaria triplista venezolana Yulimar Rojas, un diamante en bruto nacido, como Peleteiro, a finales de 1995, ha sido capaz de saltar más de 15 metros, proclamarse campeona del mundo en pista cubierta y lograr la medalla de plata en los Juegos de Río. “Por supuesto que le consulté a Yulimar, pero esta no puso ninguna objeción. Ayudó también que ambas tengan el mismo mánager, que es quien arregló todo con la federación”.

En la federación tampoco consideraron mal el regreso de la atleta, cuyas idas y venidas en busca de asentamiento apoyan. “A Ana hay que ayudarla siempre, aunque a veces sea complicado”, dice Ramón Cid, director técnico nacional. “No podemos permitir que se pierda como atleta. La opción de Iván puede dar buen resultado”.

Con el técnico cubano establecido desde hace años con su pareja en Guadalajara, donde hace un mes tuvo una hija, Peleteiro ya ha comenzado a entrenarse. “Hemos empezado a trabajar algo la carrera, pero no mucho”, dice Pedroso, en cuyo grupo también se integran la saltadora española Ruth Ndoumbe, que ya está saliendo de una grave lesión de rodilla que le ha tenido un año parada, y el cubano Alexis Copello. “Entrenaremos en Guadalajara y en el CAR de Madrid, y también intentaremos hacer alguna concentración en Alicante para trabajar en la arena. Nuestro primer objetivo es el campeonato de Europa en pista cubierta, en marzo. Con Yulimar Rojas trabajaré con más margen, ya que en 2017 no hay competición en pista cubierta y lo centrará todo en el Mundial al aire libre de Londres, en agosto, y en mejorar sus marcas, claro”.