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El Villarreal se exhibe ante el Celta

El conjunto de Escribá, dominando varios registros, golea al equipo vigués ninguneado en El Madrigal

El Villarreal celebra uno de sus goles.
El Villarreal celebra uno de sus goles.JOSE JORDAN (AFP)

Dominador de varios registros, con orden y cadencia, con precisión y velocidad si lo requiere, en estático y a la carrera, el Villarreal se divirtió ante el Celta, ninguneado y humillado en El Madrigal, sin respuesta alguna los celestes ante el buen hacer amarillo, allanada su clara victoria en una primera parte perfecta consiguiendo tres goles con distintos patrones. El primero llegó tras un pase profundo de Trigueros a Roberto Soriano; el segundo tras provocar el error celeste con la presión alta; y el tercero tras un contragolpe letal. Exhibió el Villarreal ante el Celta su potencial, el que se le presuponía con una gran plantilla casi al completo a la espera de Soldado y a la que Fran Escribá, con naturalidad, está sacando su jugo.

Villarreal y Celta ennoblecen el fútbol español y la Liga, con el esférico de protagonista, conjugando ética y estética en el juego, dulce el conjunto vigués, más ecléctico y pragmático los amarillos, gratos de ver ambos equipos para los aficionados. Disfrutó como pocas veces El Madrigal de su equipo, tanto como Fran Escribá que le ganó la partida a Berizzo, dejándose querer el conjunto amarillo para matar al Celta con menos poso competitivo que el Villarreal.

Quiso el esférico el Celta desde el inicio, catalizando el juego ofensivo Orellana, de regreso el chileno al equipo superada su lesión. Nada que incomode al Villarreal que se maneja en cualquier situación, paciente cuando le toca replegarse, peligroso con espacios y sin ellos. Tocaba y tocaba el Celta y, sin llegar al cuarto de hora de partido, ya había recibido dos goles, por mérito del Villarreal y demérito propio, con Roberto Soriano feliz protagonista en los dos tantos amarillos. La precisión de Manu Trigueros en un pase profundo, atendiendo el desmarque en diagonal de izquierda hacia el centro de Roberto Soriano, desmontó a la estática defensa celeste que no adivinó la presencia del italiano, preciso en el disparo cruzado el exjugador de la Sampdoria para batir a Sergio Álvarez.

No varió la propuesta el Celta y tres minutos después sufrió un nuevo revés, esta vez provocando el Villarreal con su presión alta el error de Sergio Álvarez. El portero vigués, sintiendo el acoso de Bakambu, despejó de mala manera el esférico, cayendo éste a los pies de Roberto Soriano, enviando el balón a la red el italiano tras dibujar una perfecta comba, fuera de sitio Sergio Álvarez.

Cómodo con la ventaja, plegó velas el Villarreal a la espera de una contra mortal, mientras el Celta disfrutaba de una posesión inocua, con más maneras que picante, sin encontrar caminos hacia el área de Asenjo, bien escoltado por la organización y sincronía de su defensa, con cuatro goles recibidos, la segunda menos goleada de la Liga tras el Atlético de Madrid. Alcanzó el conjunto de Berizzo el descanso sin contar con una clara ocasión de gol con que dar pábulo a sus esperanzas en El Madrigal, deprimido por un contragolpe perfecto del Villarreal lanzado por Sansone y culminado por Bakambu, estrenándose como goleador el delantero franco-congoleño de vuelta al equipo de Escribá.

Hasta la fortuna sonrío al Villarreal que se encontró con un nuevo gol nada más regresar del vestuario, con Was de aliado al rematar sin `pretenderlo hacia su portería. Al Celta le quedaba un tiempo por delante y un calvario, sin saber si adecentar el marcador o que el equipo de Escribá no hiciese más sangre. La hizo con un gol final de Trigueros. Solo la entrada del querido Giuseppe Rossi mereció el largo aplauso de El Madrigal entusiasmado con la fiesta que le brindó el Villarreal.

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