El regate más largo de Villar a la ley

Las horquillas que deciden la composición de la Asamblea que elige al presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) se han convertido en eje principal de la dura batalla que mantienen el presidente de la misma, Ángel María Villar, y el presidente del Consejo Superior Deportes (CSD), Miguel Cardenal, desde que entró en vigor en diciembre de 2015 la orden ministerial que regula las elecciones a las federaciones deportivas.

Desde que Villar decidió convocar elecciones el pasado 7 de enero, la Federación no ha enviado al CSD un reglamento electoral acorde con la ley en los puntos referidos a la proporcionalidad de la representación de los clubes no profesionales y a las circunscripciones de los jugadores amateurs, que según la norma debe ser de ámbito nacional y no autonómico como pretende la Federación. Este es el regate más largo de Villar a la ley en este proceso electoral encaminado a prolongar su mandato hasta los 32 años.

Villar ha claudicado en la modificación de otros puntos para ajustarse a la orden gubernamental, pero a estos dos se ha negado desde el primer momento. El control de las federaciones territoriales ha sido y es el gran bastión sobre el que se han cimentado los 28 años de Villar al frente de la Federación Española y la aplicación de la ley vigente merma esa capacidad de poder elegir a la carta a los asambleístas. Mas aún tras la reducción de la Asamblea de 180 a 140 que el propio Villar hizo para restar votos al fútbol profesional, contrario a su gestión. En este punto, Federación y CSD se acusan de provocar el retraso electoral de unos comicios que, según la orden ministerial, se deberían haber celebrado en el primer cuatrimestre de 2016 al no haberse clasificado España para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. A 13 de octubre, aún ni se ha determinado la fecha de las elecciones al quedar invalidada por la dilación del proceso la primera, fijada para el 22 de abril, y la última del 20 de diciembre.

La no convocatoria de elecciones tras ratificar el reglamento electoral ya rechazado por el CSD en la Asamblea federativa celebrada el martes puede prolongar aún más el proceso al haber optado la Federación por acudir a la vía contencioso-administrativa. Por esta demora, Villar debe defenderse este viernes en los juzgados de Majadahonda de la querella interpuesta por Miguel Galán, candidato a las elecciones.

La Federación sostiene que los puntos que han recrudecido el conflicto nunca le fueron reclamados por el CSD ni por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) hasta el nuevo rechazo del reglamento electoral del pasado mes de julio. La orden ministerial exige que dicho reglamento contenga la distribución de la Asamblea y así se lo hizo saber el CSD a la Federación tras recibir el primer proyecto el 20 de enero.

Según el CSD, se remitió un oficio en febrero a la Federación, basado en un informe de sus servicios jurídicos y en los del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD), requiriendo la modificación de los innumerables puntos que incumplía el proyecto de reglamento. También se reflejó que la documentación enviada era incompleta al no incluir la distribución inicial de los miembros de la Asamblea General como exige la ley.

Sólo en el último reglamento enviado en septiembre se incluyó la distribución de la Asamblea. El texto, sin embargo, confirmó ese regate a<TB>una ley gubernamental, al no cumplirla en proporcionalidad, requiriendo para Ceuta y Melilla el mismo número de representantes de clubes no profesionales que Andalucía, con un censo mayor, y manteniendo para los jugadores amateurs que las circunscripciones sean autonómicas y no nacionales.

Ahora, de nuevo el cuestionado TAD, que no abrió expediente a Villar por los presuntos tratos de favor al Marino y al Recreativo, puede entrar en escena al considerar el CSD que Villar sigue negándose a celebrar elecciones.