Tiempo para la enmienda en las grandes selecciones del continente
Portugal y Francia buscan rearmarse en el camino hacia Rusia tras sus tropiezos iniciales, Alemania quiere mejorar su puntería e Inglaterra olvidar la crisis con Allardyce
“Ahora somos más competitivos que hace un mes porque los jugadores tienen detrás más tiempo de trabajo”, reflexiona Fernando Santos, el técnico de la Portugal campeona, la misma que tropezó contra Suiza en la jornada inicial de las eliminatorias del próximo Mundial. Septiembre es un mes complicado para las grandes selecciones europeas porque es tiempo de rodaje, pero la exigencia no espera y la ambición empuja a los rivales que también cortos de preparación buscan la sorpresa. Portugal debe enmendarse ahora en octubre con dos partidos sencillos, primero en Aveiro este viernes frente a Andorra y el lunes en Islas Feroe. “Y con Cristiano Ronaldo somos más fuertes”, valora Santos, que no disponía del jugador madridista hace un mes y además agrega a su grupo a la revelación de la temporada, Gelson Martins, el joven extremo del Sporting lisboeta, que puede tener sus primeros minutos con la selección.
Francia también debe rectificar. Se estrenó con un empate en Bielorrusia y el viernes recibe a Bulgaria en Saint-Denis, una cita siempre evocadora de aquel gol en el descuento de Kostadinov que dejó a los galos sin viajar al Mundial de 1994. Ya nada es como entonces en la selección búlgara y también ha bajado el nivel en Holanda, el siguiente rival del equipo que dirige Didier Deschamps en una doble prueba para la que una vez más no cuenta Karim Benzema, por más que el delantero se postule. “Amo a mi país y estaría muy feliz de volver al equipo. Es la elección de Deschamps, pero yo estoy preparado”, apuntó en una entrevista difundida por el primer canal de la televisión estatal gala. Pero el entrenador espera a conocer que ocurrirá el próximo día 14 en el Tribunal de Apelación de Versalles, que debe decidir si procesa al futbolista o acepta la petición de sus abogados de anular el proceso abierto por un supuesto chantaje a su compañero Valbuena. Mientras tanto Antoine Griezmann ya ejerce de faro del equipo y se exige: "Para estar a la altura de los mejores hay que ganar títulos", asegura en una entrevista publicada en L'Equipe.
Ganadoras a domicilio en la primera jornada, Alemania e Inglaterra también tienen cuestiones que resolver para mejorar su rendimiento. “Dominamos la posesión, jugamos en el campo del rival, corremos más, somos firmes en defensa, pero fallamos en lo más importante: necesitamos muchas ocasiones para marcar goles”, explica el seleccionador teutón Joachim Löw, que apela a la eficiencia germana con el mal trago de la pasada Eurocopa apenas difuminado por la victoria del mes pasado en Noruega. Alemania recibe de manera consecutiva a la República Checa y a Irlanda del Norte con otro debate abierto: en el país con un campeonato en el que los campos se abarrotan cada fin de semana empieza a ser común que haya asientos vacíos en los partidos de la selección. Contra los checos se aguarda que el siempre pasional público de Hamburgo marque un punto y aparte.
Los ingleses, tras la crisis que le costó el puesto de seleccionador a Sam Allardyce, reciben el sábado a Malta en Wembley y viajan después a Eslovenia con un entrenador provisional, Gareth Southgate, que dice que no es merecedor del cargo. “No soy tan bueno como para ser seleccionador”, confiesa. Pero a él le toca gestionar que hacer con Wayne Rooney, suplente en el Manchester United, donde Jose Mourinho solo lo ve como delantero. Con Inglaterra es probable que actúe en mediocampo y que además sea titular. “Es nuestro líder”, aclara Southgate. Sus vecinos galeses viajan a Austria para jugar mañana en el Prater vienés con la inevitable referencia de Gareth Bale. “No hemos visto aún lo mejor que puede dar”, advierte el técnico Chris Coleman.
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