El Valencia hace lo justo para ganar al Leganés

No le sientan bien las mañanas al Leganés. Sus tres derrotas en esta Liga han llegado cuando ha tenido que jugar antes de comer. Este domingo no pudo con un Valencia que hizo lo justo y necesario para llevarse los puntos de Butarque y dar un pasito más en su huida de la UVI. Mientras busca entrenador, Voro mantiene su trayectoria casi inmaculada como apagafuegos sumando otra victoria. La de ayer no tuvo brillo alguno, pero es puro oro para un equipo en crisis.

En general el partido fue duro de digerir para todo aquel que lo estuviese viendo, pero la primera parte, además, aburrió a las ovejas. Básicamente solo pasaron dos cosas: los goles. Lo demás fue un guerrear continuo y una sucesión de faltas. Nadie arriesgaba lo más mínimo y al menor atisbo de problemas el jugador de turno daba un patadón para adelante al balón. Los locales echaban de menos a Gabriel, que fue reservado por Garitano. El medio brasileño es el máximo generador ofensivo del Leganés y sin él el equipo tiene muchas menos luces.

El partido estaba dominado por el sopor mañanero y al tercer bostezo llegó el gol del Leganés. Omar Ramos envió un gran centro desde la derecha al segundo palo para que Szymanowski lo cabecease a la red. Buen tanto fabricado por los dos extremos pepineros, que parece que ya han superado los problemas físicos de principios de temporada.

Tras el gol local el panorama no cambió. El Lega siguió con su guerra de guerrillas en cada zona del campo y el Valencia carecía de cualquier recurso para generar peligro. El doble pivote Enzo-Mario Suárez se mostraba inoperante y Parejo no aparecía pese a que había un jugador con el número 10 sobre el césped. Solo un error ajeno podía dar vida a los che, y este llegó a los 33 minutos cuando Alberto Martín cedió un balón hacia atrás, no se sabe muy bien a quién, Nani llegó antes que Serantes y sin portero empató el partido. La polémica llegó porque el meta local quedó tendido en el suelo por el choque con el portugués y este siguió la jugada, pero ¿qué iba a hacer si se encuentra con la bola y la portería vacía?

En la segunda parte el nivel futbolístico se mantuvo parecido, pero al menos pasaron cosas. Bastantes. La primera fue que el Valencia se encontró con un gol casi de la nada. Un córner sacado en corto terminó en un centro de Nani que Mario Suárez aprovechó para rematar con el pie a media altura. Pese al golpe, el Leganés no se deprimió y se lanzó a la ofensiva, casi siempre con Szymanowski como protagonista. El extremo argentino cabeceó alto en una jugada calcada a la del primer gol. Poco después desaprovechó un penalti que Diego Alves cometió al agarrar a Alberto Martín después de que la pifiase dando un puñetazo al aire sin impactar al balón. El portero brasileño se redimió con creces parando la pena máxima, la número 17 de su carrera, récord absoluto de la Liga superando a Zubizarreta.

Al Lega no le quedaba más remedio que agitar el partido para que cayesen oportunidades. Las hubo, pero también algunas muy claras del Valencia, que pudo sentenciar con un disparo a bocajarro que rechazó Serantes y con un disparo cruzado de Nani. Szymanowski la volvió a tener con un tiro que se fue por un pelo. En los últimos minutos predominó el desorden, aunque había tan poco tino que no se concretó ninguna acción y el partido se quedó como estaba. Los puntos a Valencia y el Leganés a seguir esperando para gozar de una victoria en su feudo.