Claver está de vuelta

A Víctor Claver siempre se le ha evaluado con profundidad. Acostumbrado a destacar en edades juveniles y a asumir responsabilidades desde que asumió la capitanía del Valencia con 21 años, su carrera ha sido un constante ir y venir. El ala-pívot (Valencia, 28 años) se curtió y destacó en Valencia, se frustró en la NBA y recuperó la sonrisa en el Lokomotiv. En plena madurez, Claver busca obtener la estabilidad de su juego en el Barcelona y hoy se estrena en las semifinales de la Supercopa contra el Real Madrid (21.30), despues de que el Baskonia y el Gran Canaria abran la competición (19.00).

Claver busca en Barcelona la estabilidad que nunca encontró en Estados Unidos

La carrera de Claver podría haber sido muy distinta. Una casualidad de la infancia permitió que aprendiera a tirar a canasta cuando su intención era lanzar a portería. Su padre, Francisco Javier Claver, fue el entrenador de balonmano que hizo campeón de la Copa EHF al Avidesa Alzira en 1994. Él tenía intención de seguir sus pasos. “Pero en la escuela no había equipo de mi edad, y me apunté al de baloncesto porque jugaba un amigo de clase”, cuenta.

Su crecimiento fue exponencial. Debutó con el Pamesa Valencia con 17 años y aún se le recuerda un mate sobre el madridista Hervelle que levantó la Fonteta en el playoff de 2007. Tras seis temporadas en casa, el ala-pívot se marchó a la NBA cargado de ilusión, pero el sueño americano se convirtió en una pesadilla tras dos temporadas y media. Los números en la pista, no salían. En 82 partidos promedió 13,4 minutos, 3,2 puntos y 2,2 rebotes. “Quiero jugar y ser importante”, justificó tras aterrizar en Rusia, donde pasó por el Khimki y el Lokomotiv Kuban.

Ha demostrado que es uno de los mejores jugadores españoles Justin Doellman

El Barça no se lo pensó dos veces y abonó los dos millones de euros que pedía el Valencia para conseguir sus derechos después de una gran temporada en Krasnodar. Y en el Palau las novedades no lo son tanto para él porque Bartzokas, el nuevo entrenador, vuelve a tutelar su juego como ya hizo en el Lokomotiv. “No ha cambiado mucho, quizás algunos sistemas. Sigue con su filosofía, y la forma de trabajar y el estilo se mantienen. Esperemos que los triunfos también”, explica Claver sobre el entrenador. El jugador aún agradece los consejos de Bartzokas cuando en verano, sin equipo, tenía la cabeza hecha un lío.

El vestuario también tiene los ojos puestos en él. “Tengo ganas de jugar con él”, asegura Doellman, “ha demostrado que es una de los mejores jugadores españoles. Es un gran fichaje”.

Cuando piensa en lo que supone jugar en el Barça, tras tanto ir y venir, Claver sonríe: “Tengo ganas de hacerlo bien. Quiero aprovechar esta oportunidad”. La oportunidad también se la ofrecieron los mejores equipos de Europa. “No es ningún secreto que el Madrid también se interesó”, reconoció en su presentación. El equipo blanco es el primer rival en su regreso a España. “Va a costar, pero tenemos mucha ilusión”, reconoce, “es pretemporada pero tenemos ganas de empezar ganando”. La Supercopa abre la temporada. Y Claver está de vuelta.