Sin código
A Diego Maradona le preguntaron en un programa de televisión si convocaría a Icardi con Argentina: “Para mí no existe”
Mauro Icardi, el delantero argentino del Inter, resolvió ayer el partido contra la Juve con un gol y una asistencia. El próximo 11 de octubre se estrenará además como escritor o lo que sea: publica libro con una editorial de Italia en el que cuenta su vida. ¿Qué tiene que contar un chico de 23 años? Por lo que he leído, lo habitual: su infancia difícil, su lucha contra los obstáculos, primeros contratos, debuts y muchas “sensaciones”. Hay algo, sin embargo, que ha hecho muy famoso y detestado a Mauro Icardi; eso también se tocará en el libro, no sé de qué modo.
Icardi jugó en las categorías inferiores del Barcelona cuando un compatriota suyo, Maxi López, fue fichado para el primer equipo. Existe una imagen del niño Icardi pidiéndole un autógrafo a Maxi. Años después, un vídeo muestra a los dos jugadores de forma diferente: Icardi espera con la mano levantada el saludo de su amigo Maxi en la tradicional presentación de los equipos; Maxi, sin embargo, se lleva la mano a los huevos y no le dirige la palabra.
La razón hay que buscarla en Wanda Nara, una modelo con la que Maxi estuvo casado cinco años y con la que tuvo tres hijos. En Barcelona Maxi adoptó a Icardi, seis años menor. Le introdujo en su círculo, le hizo parte de su familia, le metió en su casa. Icardi es hoy el novio de Wanda, esperan su segundo hijo juntos, y han hecho de Twitter el altavoz de una relación publicitada, exhibida y comentada a diario por los dos con fotos y mensajes. Alguna de esas imágenes muestran una familia feliz: Icardi, Wanda y los tres hijos que ella tuvo con Maxi. Una foto colgada por Icardi enseña un primer plano de él conduciendo el volante haciendo los cuernos con la mano: “¿Por qué Wanda me hace manejar así?”, pregunta con un emoji sacando la lengua y otro llorando de risa.
A Diego Maradona le preguntaron en un programa de televisión si convocaría a Icardi con Argentina. “Para mí no existe”, dijo el astro del fútbol mundial. “Pero es el capitán del Inter”, le dice el entrevistador. “Puede ser el capitán del Congo, para mí no existe. Después de lo que pasó, soy hincha de Maxi López. Esto no se hace, hermano. Darle de comer, hacerlo entrar a tu casa y que después haga eso. Los sin código para mí están muertos”.
En Argentina existe una palabra nueva, incorporada con naturalidad a la calle y a los medios. Es “icardear” o “hacer una icardeada”. Icardi dice que cuando la escucha se ríe: “Yo sé que soy íntegro, soy buen tipo”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.