Rosberg vence en Singapur y vuelve a liderar el Mundial
El alemán supera a Ricciardo y Hamilton en un final apasionante
El Gran Premio de Singapur no concedió tregua en la pugna que mantienen los dos pilotos de Mercedes por el título mundial. Nico Rosberg luchó hasta el final con Daniel Ricciardo (Red Bull) hasta conseguir su tercera victoria consecutiva y la octava de esta temporada, y recuperar así el liderato del campeonato. Lewis Hamilton ocupó el tercer eslabón del podio y se encuentra ahora a ocho puntos de su compañero de equipo. La carrera resultó emocionante desde sus primeros compases hasta su conclusión. Rosberg celebró de esta manera su gran premio número 200. Fue su 21ª victoria y puede resultar determinante en la adjudicación de la corona mundial.
La salida condicionó el desarrollo de la carrera. Todo el mundo lo había anunciado y no se equivocaron. Rosberg salió perfecto y se aseguró el liderato, perseguido por Ricciardo y por Hamilton. Excelente salida también de Fernando Alonso que avanzó cuatro posiciones y se colocó quinto. En cambio, Max Verstappen sufrió un problema de agarre en el momento de arrancar y Hulkenberg y Sainz se tocaron cuando le adelantaban provocando un accidente en el que varios pilotos salieron perjudicados. El de Force India abandonó, Sainz quedó con un deflector colgando que le obligó a entrar en el taller en la séptima vuelta, Button dejó ahí una parte de su alerón delantero y Bottas sufrió un pinchazo. Tuvo que salir el coche de seguridad. Para todos ellos el perjuicio fue decisivo porque de luchar por posiciones punteras, se vieron relegados a evitar la cola.
Mientras la cabeza de carrera se clarificaba más todavía en cada vuelta, a pesar de los problemas de frenos que le anunciaron por radio tanto a Rosberg como a Hamilton, por detrás la carrera ofrecía espectáculos preciosos, como la lucha que mantenía Kvyat con Verstappen para mantener la sexta posición, saltándose a la torera cualquier estrategia de grupo, hasta que el holandés decidió renunciar al intento y entrar a cambiar gomas (27ª vuelta). Fernando Alonso también se convertía en protagonista destacado, dejando muestras de su calidad y manteniéndose en una quinta posición que le situaba muy por encima de las posibilidades de su McLaren.
Espectacular fue la remontada de un Sebastian Vettel que acertó en la estrategia de salir con neumáticos blandos y alargar su primera parada hasta la 24ª vuelta, lo que le permitió colocarse entre los cinco primeros y caer hasta la octava posición cuando cambió a ultrablandos. Vettel salió desde la última posición de la parrilla, tras un problema con la suspensión trasera, y aprovechó la situación para cambiar motor y caja de cambios con el fin de disponer de otras unidades hasta el final de la temporada. También para Carlos Sainz la carrera se convirtió en un suplicio, obligado a remontar desde las últimas posiciones en un intento desesperado para alcanzar los puntos, sin conseguirlo al final. Sainz concluyó 14º, muy por detrás de un Kvyat que acabó noveno.
La carrera alcanzó la culminación de la emoción en las últimas vueltas, cuando Ricciardo cambió neumáticos y comenzó una persecución impecable para alcanzar a Rosberg, que seguía con los neumáticos blandos desde la vuelta 33. El australiano estaba a más de 20 segundos cuando salió del taller (47ª vuelta). Pero le arañaba tres segundos por vuelta y se le acercó de una forma tan insistente que el alemán vio peligrar su victoria. En los últimos giros, Rosberg veía ya por el retrovisor a Ricciardo pegado a su regazo. Se mantuvo firme hasta la llegada. Y ganó.
Tras ellos, Hamilton acertó en el último cambio de neumáticos y provocó la entrada en el taller de un Kimi Raikkonen que perdió, con este cambio de estrategia, una posición y permitió que el británico entrara en el tercer cajón del podio. Raikkonen acabó cuarto, justo por delante de su compañero de equipo, Vettel, que realizó una carrera memorable remontando desde la 22ª posición hasta la quinta. Fernando Alonso luchó hasta el final y defendió su quinta posición con los dientes. Pero no pudo frenar la superioridad de los coches de Vettel y de Verstappen y acabó en una meritoria séptima posición, que le situaba muy por encima de las prestaciones de su monoplaza.
