El maratón vital de Abderrahman Ait
El atleta paralímpico quiere el oro tras un periplo forjado en la adversidad
Abderrahman Ait (Mellab, Marruecos, 1985) es el actual subcampeón paralímpico de maratón. Una plata con sabor amargo, ya que un fuerte ataque de tos cuando solo quedaban 400 metros para finalizar la prueba le privó de colgarse el oro en Londres 2012. En los Juegos de Río intentará subir a lo más alto del cajón en la prueba que cierra la competición.
Con apenas 30 años, su vida sería un estupendo guion de cine. A los ocho años ya trabajaba duro en Mellab, donde vivía con sus padres y cinco hermanos. Un día se cayó a un pozo intentando beber agua y se rompió el brazo derecho. No hubo más tratamiento que un modesto vendaje que enmascaró una incipiente gangrena y que derivó en amputación. Por entonces, ya era un apasionado del atletismo. Su ídolo, como el de tantos otros niños marroquíes, era Hicham El Guerrouj. Pero su ambición no era cruzar el primero la meta, sino sobrevivir en un mundo, dice, “sin esperanzas”.
A los 15 años se marchó de casa y comenzó a trabajar en una tienda regentada por un mafioso que fletaba barcazas en El Aaiún, en el Sahara Occidental. Tres veces intentó sin éxito llegar en patera a Fuerteventura. “A la cuarta lo conseguí. Pasé cinco días escondido en las montañas, pero me detuvo la Guardia Civil y me ingresaron en un centro de acogida. Logré escaparme y fui a Las Palmas. Allí pagué 500 euros para que una mafia me llevara a Madrid”, narra. “Ves la muerte de cerca y eso no se olvida”.
Y de Madrid a Barcelona. Vivió en un centro de menores hasta cumplir los 18 años, buscándose la vida repartiendo propaganda, empleado en un parking y con “cualquier cosa que saliera”. Mientras, entrenaba en las pistas de Camp Dragó, con un grupo para discapacitados del Club Nou Barris. Su talento le dio la visibilidad necesaria para que pronto se fijaran en él. Héctor García, por entonces seleccionador catalán de atletismo, lo condujo hasta el Comité Paralímpico. Su vida dio un giro. Entrenamientos en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat del Vallés (Barcelona), beca ADOP y la concesión, en 2008, de la nacionalidad española. Es el primer paralímpico extranjero con pasaporte español.
El pasado año, se proclamó campeón del mundo en Londres y estableció un nuevo récord mundial en su categoría (T46), con un crono en la prueba reina del atletismo de 2h 26m 54s.
Brasil será su tercera cita paralímpica. En Pekín 2008 se alzó con la plata en 1.500 metros y el bronce en la prueba de los 800 metros. En Río, está en la terna de favoritos. Aunque en diciembre pasó por las manos del doctor Guillén para una operación en la rodilla izquierda, el atleta está al cien por cien.
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