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El oro que rompió el hielo en el baloncesto español

España, con su triunfo en el Mundial de Japón en 2006, franqueó el máximo muro competitivo y se instaló en la excelencia

Robert Álvarez
Los jugadores españoles celebran el título en el Mundial 2006.
Los jugadores españoles celebran el título en el Mundial 2006.Cristóbal Manuel (EL PAÍS)

“Fue uno de los mejores momentos de mi carrera”, dice, diez años después, emocionado, Pau Gasol. El mejor jugador español se perdió la final de su vida, la del Mundial de 2006, la final de las finales del baloncesto español hasta entonces —la de los Juegos en 1984 se dio por perdida de antemano—, la que abrió la veda del oro. Maltrecho, con un pie inmovilizado, con lágrimas de rabia por no poder estar en la cancha, Pau Gasol siguió ejerciendo de líder, pero en aquella ocasión, como fuente de motivación. Sus compañeros así lo reconocieron y comparecieron en la cancha con una camiseta con la inscripción: “Pau también juega”.

Aquel 3 de septiembre de 2006 en Saitama, España deslumbró en la final ante Grecia (70-47). Los griegos, de la mano de Spanoulis, habían ganado un día antes a EEUU (101-95), al equipo de Lebron, Anthony, Wade, Howard y Paul. Tras aquella gran sorpresa, y en su semifinal, España superó su momento más crítico en el campeonato, ante Argentina (75-74), con una providencial actuación de Sergio Rodríguez y un último tiro de Nocioni escupido por el aro. Fue en aquel partido, a falta de un minuto y medio para el final, cuando Pau se lesionó el pie izquierdo. Una lesión grave, que le dejó fuera de la final y desató las iras de su equipo, Memphis, que perdió su concurso durante media temporada. “La medalla de oro me quitaría todo el dolor que estoy pasando ahora”, afirmó Pau en la vigilia de la final.

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La generación de Pau Gasol ya había conquistado el oro en el Mundial de 1999 en categoría júnior. El oro de Japón fue el que derribó el último gran muro. A partir de entonces, España, con el núcleo de aquel equipo, ganó tres Europeos (2009, 2011 y 2015), y llegó a dos finales de los Juegos Olímpicos (2008 y 2012) en las que compitió de tú a tú con dos de las mejores selecciones de Estados Unidos.

España cuadró en aquel Mundial de 2006 el torneo perfecto. No le faltaron dificultades. De entrada, venía de dos decepciones, el séptimo puesto en los Juegos de Atenas 2004. Fue primera de grupo, pero perdió contra Estados Unidos en cuartos de final. Y también el cuarto lugar en el Europeo de Serbia, en 2005, tras perder en semifinales ante Alemania (73-74) con una canasta de Nowitzki a tres segundos para la conclusión. Además, España se derrumbó ante Francia en el partido por el tercer puesto (68-98).

Pepu Hernández relevó a Mario Pesquera como seleccionador en enero. En la concentración se lesionó Fran Vázquez. Pepu llamó a Marc Gasol, que completó el doce mundialista con Pau, Rudy Fernández, Cabezas, Navarro, Calderón, Garbajosa, Felipe Reyes —que se lesionó y solo jugó los últimos partidos—, Jiménez, Sergio Rodríguez, Berni Rodríguez y Mumbrú. Garbajosa, ahora presidente de la Federación Española, dijo: “Es el mejor día de mi carrera”. Lo mantiene.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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