Las claves de la nueva España de Lopetegui
El agrupamiento en defensa y en ataque, la relevancia de los centrocampistas, el encaje de Diego Costa... Los apuntes más destacados del estreno del seleccionador ante Bélgica
España fue de menos a más en el estreno de Lopetegui en Bruselas. Siempre fue una selección ordenada con y sin balón y desde ahí comenzó a crecer hasta imponerse a Bélgica en todos los terrenos. Fue protagonista como pretende el nuevo seleccionador y le dio un impulso a la creencia de que el estilo con el que lo ganó todo es innegociable.
Equipo agrupado
Tanto cuando se replegaba en 4-1-4-1 en su campo, como cuando se desplegaba para presionar arriba, España fue un equipo agrupado. No hubo distanciamiento entrelíneas lo que permitió que la recuperación tras pérdida fuera rápida y permitiera armar inicios de jugada ordenados y seguros. Defensivamente, esa disposición en 30 metros también propició que los mejores jugadores belgas como Hazard, De Bruyne o Carrasco apenas brillaran y quedaran aislados a aventuras individuales. La producción ofensiva belga se limitó a un remate de Hazard a cinco minutos del final al respondió bien De Gea.
Atrevimiento para jugar desde atrás
Uno de los matices que condenaron a España contra Italia en la Eurocopa fue la renuncia en el primer tiempo a jugar la pelota desde atrás. Aunque los belgas trataron de presionar la salida del balón al inicio, España no renunció a ser España y trató casi siempre de armar juego desde sus centrales e incluso desde De Gea cuando fue necesario. Y cuando no pudo o atisbó una manera de romper la presión en largo no renunció a ello. Los pases largos y cruzados de Piqué principalmente hicieron mucho daño a los belgas
Carvajal-Vitolo
El juego por fuera es necesario en un estilo que puede convertirse en anodino cuando los rivales no dejan circular con profundidad. España cargó el juego por la banda de Carvajal y Vitolo y entre los dos reventaron a Jordan Lukaku. Tanto uno como otro supieron ganarle la espalda y generarle superioridades sin descuidar sus tareas defensivas. En este sentido Vitolo se confirmó como un jugador de banda que va hacia adelante y hacia atrás para completar un volumen de trabajo muy apreciable en calidad y en cantidad.
La importancia de los centrocampistas
Todos fueron de menos a más. Busquets jugó sencillo como siempre y fue el referente para dar equilibrio defensivo. Koke fue el primero en irrumpir y el más activo. Se ofrecía por dentro y trataba de generar espacios o de crear superioridad pegándose a la banda izquierda para atraer juego y rivales. Silva arrancó con intermitencias y destellos amenazantes para terminar convirtiéndose en ese jugar desequilibrante entrelíneas. A Thiago, no le descompuso tener menos protagonismo, sobre todo en el primer tiempo. Fue dejando destellos y adornos hasta que explotó en el segundo acto con más balón y dinamizando las circulaciones.
Y Diego Costa encajó
En Bruselas se vio el partido más completo de Diego Costa. Salió con la misma misión que Morata, tratar de estirar al equipo, buscar continuamente la espalda de Vertonghen y Vermaelen y ser un incordio en la presión. Se vio esa versión que le convierte en uno de esos delanteros que los centrales no quieren ver. No marcó, pero interpretó bien el juego y logró que su presencia no fuera una impureza para el estilo.
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