La selección regresa tras la suspensión por seguridad a una Bruselas blindada

El mismo nivel 3 de alerta que el pasado 17 de noviembre impidió la celebración del Bélgica-España lo permitirá este jueves. El órgano que establece el nivel de alerta la mantiene desde poco después de los atentados de París del 13-N un escalón por debajo del máximo, lo que supone que la amenaza es "grave, posible y creíble pero sin datos concretos que apunten a un ataque inminente". El país centroeuropeo se ha acostumbrado a convivir con militares fuertemente armados en sus calles, y desde que se suspendiera el partido ha pasado por numerosas redadas, falsas amenazas e incidentes terroristas, entre ellos el trauma de los atentados que el 22-M que costaron la vida a 32 personas y dejaron centenares de heridos. El último, este mismo mes, fue un ataque que dejó a dos agentes heridas y un terrorista abatido.

La federación ha informado de que todavía quedan entradas a la venta y de que los aficionados podrán acceder al estadio Rey Balduino desde las seis y media de la tarde. Tal y como ha sucedido en otros actos multitudinarios celebrados en Bélgica en los últimos meses, quedará prohibida la entrada con mochilas por motivos de seguridad. Algunos eventos han sido anulados semanas atrás por no poder garantizarse la seguridad o no contar con suficientes agentes, sin embargo Bélgica ha superado ya varias pruebas de fuego al acoger un multitudinario festival musical o el comienzo de la liga belga, de la que ya se han disputado cinco jornadas.

Aunque el Gobierno belga permanece vigilante, la anterior visita de España —entonces bajo el mando del seleccionador Vicente del Bosque y hoy con dos nuevos técnicos estrenándose en los banquillos, Lopetegui y Roberto Martínez— llegó en un momento en que la búsqueda de Salah Abdeslam, cerebro de los atentados de París hoy encarcelado en Francia, era la obsesión de los cuerpos de seguridad belgas, que llevaban a cabo registros frenéticamente en busca del yihadista en el barrio de Molenbeek, donde finalmente fue hallado en marzo, pocos días antes del atentado contra la capital belga.

La decisión de suspender el choque llegó a última hora. El día antes todavía se mantenía la previsión de celebrar el partido con medidas de seguridad reforzadas. Un aviso de última hora del Gobierno a la federación belga obligó a la expedición española a regresar sin pisar el terreno de juego del estadio Rey Balduino y el máximo organismo del fútbol belga tuvo que afrontar la devolución de entradas ya vendidas a los aficionados que lo requiriesen y mostró su malestar por el hecho de que la decisión se hubiera pospuesto hasta el último momento.