El fútbol fácil de Paco Alcácer
El nuevo delantero del Barcelona, intuitivo y eficaz al primer toque, solo peca de un pobre regate
Hubo un tiempo en que por los campos de entrenamiento de la ciudad deportiva de Paterna corrían un puñado de niños cuyos sueños se han cumplido. Isco, jugador del Real Madrid. Bernat, jugador del Bayern de Múnich. Y Paco Alcácer, nuevo delantero del Barça, después de pasar ayer la revisión médica en el Camp Nou. “Era una hornada muy buena”, dice Vicente, quien fuera su entrenador durante dos años y medio. Con ellos logró el ascenso a Segunda B con el filial del Valencia.
Acostumbrado desde pequeño a jugar con chicos dos años mayores, Paco Alcácer (Torrent, 23 años) recurrió a su fútbol, a sus remates y a sus goles, para sobresalir en los campos de formación del Valencia. Alcanzada la cumbre de Mestalla, Alcácer ha tomado una de las decisiones más difíciles de su vida, después de salir a los 12 años de su casa de Torrent. Ahora que lleva el brazalete de capitán, ha pedido que le dejen marchar al Barça.
Tímido, apocado sin el balón, entonces y ahora, Alcácer no pudo esconderse tras los goles que no marcó en el estreno liguero del Valencia ante Las Palmas (2-4). Y tuvo que dar un paso al frente para desbloquear la situación relativa al acuerdo que ya había cerrado con el Barcelona. No querían los directivos hacer ver que ponían en venta a uno de los estandartes del club y le forzaron a pronunciar expresamente su intención de dejar Mestalla. “No habrá sido fácil para él dejar el equipo de su vida, quiere esta camiseta. Pero todos aspiramos a mejorar. Es una gran oportunidad. Y estoy convencido de que le va a dar muchas cosas al Barcelona”, asegura Vicente Mir, ex entrenador del Elche y del Hércules y técnico del delantero en las categorías inferiores del Valencia, en juveniles y también en el Mestalla.
Apocado sin el balón, Alcácer tuvo que dar un paso al frente para desbloquear el acuerdo que había cerrado con el Barcelona
“Ha mejorado en cuanto a trabajo. Ahora está mucho mejor físicamente. De pequeño, el preparador físico siempre tenía que estar exigiéndole. Era de los peques del grupo y eso se notaba. Además, había que controlarle el peso. Pero destacaba por su calidad. Ha ido creciendo poco a poco”, recuerda Mir.
El nuevo delantero del Barcelona, que pasó un año cedido en el Getafe y al curso siguiente, en 2013, accedió a quedarse en el equipo y pelear por minutos por expreso deseo del técnico Miroslav Djukic, creció porque no hace ascos a las horas extra de trabajo. No era extraño verle todavía en el campo, acabada la sesión de trabajo, para mejorar la definición. “La intuición para el gol es algo que tienes desde pequeño, pero luego se mejora con los entrenamientos”, contaba cuando aspiraba a defender la camiseta de La Roja en la Eurocopa. Los goles no le alcanzaron. “Seguro que llevó bien lo de su ausencia en Francia; tendría la duda de si estaría o no en la lista definitiva, pero está muy bien rodeado. Y es muy humilde”, añade Mir.
No es de uno contra uno, ni un futbolista de banda; es más de movimientos. Tiene una gran definición. Y se asocia muy bien Vicente Mir, exentrenador del Mestalla
Admirador de Ronaldo, pero más parecido a Raúl –“estoy siempre en el sitio adecuado en el momento adecuado”—, Alcácer reconoce sin una pizca de vergüenza que el regate nunca fue lo suyo. “Cada uno sabe sus limitaciones y lo que nos personaliza: yo si tengo un remate claro o un compañero al lado para una jugada de gol en la que puedo darle el balón fácil, lo hago antes que ponerme a hacer una bicicleta y que me salga mal”, asumía, entre risas en una entrevista en El País. Desde este lunes está concentrado con la selección española en Madrid.
“No es un jugador de uno contra uno, ni un futbolista de banda, es más de movimientos. Tiene una gran definición. Y se asocia muy bien”, le reconoce Mir. La anticipación y el remate al primer toque son su marca distintiva. Piensa rápido. Y eso es lo que garantiza su efectividad en el área, donde mejor se desenvuelve.
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