Ricky Rubio: “Hemos jugado con fuego, pero hemos sabido reaccionar”
El base de la selección española afronta el reto de doblegar a la Francia de Tony Parker
Ricky Rubio se convirtió en Pekín 2008, con 17 años, en el baloncestista más joven en ganar una medalla olímpica. A sus 25 años, afronta un doble reto: ganar otra y desquitarse de sus ausencias por lesión en Londres 2012 y en el Eurobasket que ganó España el año pasado tras superar en las semifinales a Francia, la favorita, en su salsa, ante casi 27.000 espectadores. El equipo francés, al que España ya derrotó en un polémico y agrio partido en Londres, vuelve a cruzarse hoy en el camino de la escuadra de Sergio Scariolo (19.30, La1).
Pregunta. Baja en 2012, bronce en Eslovenia 2013, fracaso en el Mundial de 2014 y otra vez baja en 2015. ¿Su secuencia en la selección no es muy positiva?
Respuesta. Me falta algo con la selección. Los últimos veranos no pude acabar de saborear el éxito y he venido con muchas ganas por tratarse de unos Juegos y porque quiero volver a jugar a gran nivel.
P. ¿Cómo vivió los éxitos de la selección desde fuera?
R. Con muchas emociones, con ilusión. Este grupo tiene algo especial. Una vez entras en él, te infunde un sentido de pertenencia, estés o no estés. Tras ganar las semifinales del Europeo del año pasado recibí mensajes de jugadores: ‘Esto también es parte tuya’. Son detalles que animan.
P. ¿Cómo recuerda ahora su éxito en Pekín 2008?
R. Con 17 años lo veía todo muy diferente. Han pasado ocho años, muchas experiencias y, sobre todo, lecciones de la vida, no solo en el baloncesto. Competir en unos Juegos fue una gran ilusión, pero tal vez porque llegaron de una manera natural y no había tenido aún ninguna piedra en el camino lo vi como si fuera fácil. Y no lo es.
P. ¿Se ve con esa tercera marcha que tenía en el último tramo de la temporada de la NBA?
Este grupo tiene algo especial. Una vez entras en él, te infunde un sentido de pertenencia
R. Se produjo el parón del verano y, cuando no estás en competición, puedes entrenar mucho, pero hasta que no compites no vuelves a coger el feeling. Es verdad que esta temporada, sin lesiones, he podido ir graduando y después del All Star de febrero pude dar ese cambio de marcha que esperaba haber dado hace un par de años. Tras la lesión de rodilla y después la de tobillo, volví a sentirme muy cómodo físicamente.
P. ¿El parón hace más difícil recuperar la forma?
R. Nunca he tenido el problema de estar parado, porque tras dos semanas mi cuerpo ya me pide actividad. Pero cuando dejas de competir cuesta un poco arrancar. Para eso tuvimos también los partidos de preparación. He sido bastante exigente siempre, y sobre todo este verano. Es algo que he aprendido en la NBA. Aprovechas el verano para añadir algo a tu juego. Son cosas que preparas con un equipo de entrenadores que vas formando a lo largo de durante tu carrera. Por eso, un jugador no llega su pico de rendimiento hasta los 28, 29 o 30 años, que es cuando lleva 10 trabajando cada verano en mejorar.
P. ¿Este año ha incidido en algún aspecto concreto?
R. Físicamente he trabajado mucho piernas y glúteos, porque es el motor que te permite imprimir una segunda o una tercera marcha más. Y he hecho un entreno diferente. En lugar de hacer tanto tiro, he trabajado más en situaciones de uno contra uno que he añadido a mi estilo para poder buscarme el tiro.
P. Esa idea, trasladada a la selección, también debe producir situaciones diferentes.
R. El baloncesto evoluciona. Lo vemos en la NBA. Se abusa de la línea de tres. Ya es un arma principal. Ves que incluso está mejor visto un tiro de tres, a veces mal tirado, que una entrada. Tienes que adaptarte. Esta selección se ha ido adaptando, sabiendo las piezas que tenemos y cuál es nuestra fuerza. Sabiendo que Pau Gasol es el líder, que nos puede llevar muy lejos. Pero añadimos a Mirotic, por ejemplo, que es una amenaza más exterior. Y así podríamos ver la evolución de muchos jugadores, Sergi [Llull] ha logrado el récord de triples en los playoffs y esa es la tendencia en la evolución del baloncesto: buscar más tiro exterior.
P. ¿En consecuencia, se debe defender más a los tiradores?
R. Sí, es un pez que se muerde la cola. Ahora se defiende más agresivo y no es que concedas, pero prefieres que penetren dentro y se encuentren a Pau a que tiren un tiro forzado de tres.
P. O sea, usted invitará a Kyrie Irving a que penetre.
El baloncesto evoluciona. Lo vemos en la NBA. Se abusa de la línea de tres
R. Bueno si está Pau allí… Pero si le dejo entrar muchas veces Pau me reñirá (se carcajea).
P. ¿Cómo llegan ante Francia?
R. Hemos estado un poco obsesionados porque el ataque no funcionaba, hasta que nos hemos dado cuenta de que todo partía de la defensa. Sabíamos que no estábamos haciendo las cosas bien, que estábamos en una situación límite, pero hemos reaccionado a tiempo. Hemos jugado con fuego, pero hemos sabido reaccionar.
P. ¿Ese mal inicio ha variado su visión sobre el campeonato?
R. En el Mundial de 2014 hicimos una buena primera fase y solo pensábamos en llegar a la final y en un equipo [EEUU]. Y eso pasa factura porque todos los equipos juegan a un gran nivel. De los errores se aprende. Pero el objetivo de la medalla de oro no nos lo quita nadie. Lo tenemos en la cabeza, aunque ya hemos visto cómo se pueden complicar las cosas. El partido ante Francia será muy difícil. Es un equipo muy duro físicamente y nos tienen muchas ganas. Tenemos que jugar un partido perfecto.
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