‘Plancha de Miller’, ‘zancada de Van Niekerk’: diccionario práctico de Río
Nuevos términos para nombrar las técnicas de los deportistas estrella se suman a otras palabras unidas para siempre a los Juegos de Río
Biles. Río ha dado tres oros a Simone Biles (en salto, equipos y general individual) y un bronce en barra, pero también ha consagrado un elemento acrobático con su nombre. Un 'biles' es un movimiento muy difícil que consiste en hacer un doble en plancha y rematarlo con un medio giro en la que la gimnasta cae a ciegas y es empujada por la inercia. Biles lo puso de largo en el Mundial de Amberes de 2013. En Río ha dado pleno sentido a la cámara lenta en la retransmisión televisiva.
Lochte (viraje de). "Me recuerda a una nutria, mi criatura favorita en el agua". Es un piropo extraño, salvo si viene de un entrenador de natación y lo suscita un nadador como Ryan Lochte. El movimiento del atleta de Rochester (Nueva York) consiste en mantenerse en posición dorsal (panza arriba) durante diez metros después de impulsarse en la pared antes de patear y girarse a posición ventral (panza abajo). Sus competidores suelen darse la vuelta nada más tomar impulso en la pared. Río también ha dado ocasión de admirar la técnica de Phelps para nadar más rápido que el resto.
Miller (plancha, planchazo o piscinazo de). Sea cual sea el término por el que se opte, los Juegos acucian a acuñar un término para definir la técnica de Shaunae Miller y su sprint final. Acuciada por Allyson Felix, la corredora bahameña se lanzó en plancha sobre la meta y se llevó el oro. Quizá haya que denominar decepción Felix la cara de la segunda: Miller le ha impedido convertirse en la primera atleta con cinco oros olímpicos de la historia.
Rugby a siete (mejor que Rugby 7). Uno de los dos deportes, junto al golf, que se incorporan al catálogo olímpico de Río. A diferencia del rugby union, en el que participan 15 jugadores por equipo, en esta modalidad solo entran al campo siete. El partido también dura menos: 14 minutos de tiempo real de juego frente a los 80 del hermano mayor. Por lo pronto, ya ha dado una alegría a las islas Fiyi, que han logrado el oro frente a los británicos.
Van Niekerk (zancada de). El corredor sudafricano ha reventado el récord mundial de que logró Michael Johnson hace 17 años en los 400 metros, hurtándole 0,15 segundos (43,03). Para batir el récord se ha valido de una zancada de 238 centímetros en el tramo final de la carrera, muy amplia para sus 1,83 metros de altura.
Ventosaterapia o cupping. "Es algo del todo imposible. ¿Cómo narices una mera succión de la piel por medio de una copa influir en tu rendimiento deportivo?", se preguntaba un investigador ante la proliferación de moratones circulares en las espaldas de los olímpicos. Esta técnica, ejecutada a menudo por acupuntores, hace el vacío entorno a una suerte de frasco de cristal. Se ha granjeado el interés de Phelps y algunas estrellas de Hollywood como Jennifer Aniston o Justin Bieber. Presume de activar el qì o chi, ese flujo vital de energía, suponiendo que exista.
Zika. La sombra del virus más citado en 2016 se extendió amenazante sobre Río unas semanas antes de la inauguración. 170 científicos firmaron una carta instando a la OMS y al COI a aplazar o cambiar de sede las competiciones. Temían que la asistencia de atletas, técnicos y turistas de todo el mundo contribuyeran a difundir el virus a lugares insospechados del planeta. Deportistas como los dos tenistas Bryan renunciaron a asistir a los Juegos. Otros, como Pau Gasol, amagaron con saltarse la cita. Pero ninguno suscitó tanta inquina de los locales como la futbolista estadounidense Hope Solo y sus tuits en los que se mostraba ataviada para una especie de guerra bacteriológica.
Not sharing this!!! Get your own! #zikaproof #RoadToRio pic.twitter.com/y3d8hnuEjk
— Hope Solo (@hopesolo) July 22, 2016
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.