El valor de la medalla de Mireia Belmonte

Una medalla en la prueba de 400 metros estilos se consigue tras componer un complejo puzle donde la especialidad de cada nadador, el lugar que ocupa en cada tramo y la energía disponible al final, se engarzan para conseguir un extraordinario rendimiento. Cada nadador aprovecha la velocidad de su mejor estilo para ponerse por delante o recuperar la distancia perdida en un estilo anterior. Lo ocurrido en las series de clasificación había dejado un esbozo de lo que podía ocurrir en la final mostrando las armas de cada contendiente. Mireia dejó claro qué tramos tenía que aprovechar para conseguir una medalla: la mariposa y el libre. El guion de la mañana ha modificado el orden de sus protagonistas en la final.

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Como era de esperar Katinka Hosszu hizo su prueba sin preocuparse demasiado de sus contendientes, en los primeros 100m pasó con 1,25s por delante de Mireia y 1,86 por delante de Maya Dirado. Esta diferencia aumentó en espalda a 3,10s con relación a Mireia y solo le sacó 0,59s a Dirado en este parcial. Esta fue la clave para nuestra nadadora, que la estadounidense le consiguiera sacar 2,41s, algo que le llevaba por detrás de esa barrera psicológica o fisiológica de los 2 segundos. Mientras Hosszu ya acumulaba 4,35s sobre Mireia en los primeros 200m.

Pero hoy parecía que todas iban contra Mireia, pues la británica Hannah Miley le sobrepasó en el parcial de espalda en 0,43s para luego recortar otros 1,67s en la braza. Mireia se encontraba tras el pase de 300m en cuarta posición con 6,67s detrás de Hosszu, 2,11s de Dirado y 1,33 de Miley. En el primer largo de crol perdió 0,32s y 0,33s respectivamente con Hosszu y Dirado, para recortarles 0,86s y 1,12s en el último largo. Mientras, su batalla particular por la medalla de bronce se producía recortando 0,39s en el penúltimo largo y 0,99s en el último, lo que le valió la medalla de bronce. Al final realizó el mejor último 50 de todas las participantes con 29,82s.

Comenzar unos campeonatos tan importantes como los JJOO consiguiendo una medalla en la primera prueba afianza sus posibilidades y muestra a los rivales de lo que es capaz. Además, es un revulsivo para nuestra delegación que en otras ocasiones tardó varios días en conseguir una medalla. Ahora hay que apuntalar lo conseguido en las siguientes participaciones.