Quique Sánchez Flores: “Hay mucho que hacer y me gustan los retos”

Un problema con las maletas en el aeropuerto de El Prat retrasó la presentación de Quique Sánchez Flores como nuevo entrenador del Espanyol. El madrileño, que pasó los primeros años de su vida en Catalunya –su padre jugó en el Sabadell- empezó la puesta de largo justificando su acuerdo con el club blanquiazul desde la motivación. “Me dijeron que hay mucho que hacer. Me gustan los retos, no me gusta lo fácil. Hubo un proceso de conquista que me sedujo y me metió en el proyecto porque no sé trabajar sin emoción. A estas alturas de mi vida, me mueve sólo el corazón y las ganas de hacer bien mi trabajo. Siento que aquí podré construir y crear emociones para que la gente venga a divertirse”, se arrancó Quique Sánchez Flores.

Flores, que firmó por tres años con una cláusula de rescisión de cuatro millones de euros, habló de formar un equipo desde la solidez y el compromiso “para tratar de recuperar la cara más competitiva e histórica de esta entidad. Queremos llegar al corazón de las personas”. Sánchez Flores, que pidió que el espíritu de Jarque esté muy presente y sea ejemplarizante, avisó: “El club solo será capaz de crecer si pensamos en lo que somos: el Espanyol”. Y escapó a la comparación con la historia del Atlético de Madrid, de la que formó: él estuvo en el punto de partida desde el banquillo que luego Simeone ha llevado a la máxima expresión. Insistió en la necesidad de acertar en la elección de jugadores -“hay que penar mucho y bien”, reconoció- en tanto que la plantilla, a día de hoy, la forman 29 jugadores. Admitió que necesita adaptarla a sus necesidades a partir de una premisa: “Tenemos que hacer un equipo adaptable, desde la humildad de reconocer que habrá equipos mejores, buscaremos hacer un equipo sólido y versátil. Seremos ambiciosos a la hora de imaginar refuerzos pensando en las necesidades de la competición”.

Siento que aquí podré construir y crear emociones para que la gente venga a divertirse Quique Sánchez Flores, nuevo entrenador del Espanyol

No se marcó objetivos concretos, pero reconoció que la presión va implícita a la profesión. “No sé lo que es trabajar sin presión”, dijo y aseguró que no quiere disputar la Liga del 10 al 20, si no que quiere que el Espanyol pelee del 10 para arriba, por una sencilla razón: “Ahí pasan cosas mas interesantes. Pero tenemos que ir poco a poco cumpliendo objetivos y así seremos felices”. En ese sentido dijo estar en idéntica sintonía a la del propietario, según la conversación que mantuvo con Chen Yansheng. “Cuando estás consolidando un equipo, lo primero es conseguir objetivos, por encima de las posiciones. Pero no le vamos a poner freno, siempre querremos más con la idea de seguir creciendo”, concluyó.