Aburrirse o divertirse con la victoria
Actual campeona del mundo, ahora aspira a ganar la Eurocopa, igual que en su día España. Ambas son herederas, al fin y al cabo, del juego que ideó Holanda
Quizá porque Lineker afirmó un día que “el fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once y siempre gana Alemania”, quedaba muy bien hace unos años referirse a la selección como la Mannschaft. Aunque aburría, intimidaba con el nombre; ahora por el contrario gana y divierte con el juego, como asegura Valdano. No hay mejor tarjeta de presentación que el 1-7 con el que los alemanes derrotaron a los brasileños en las semifinales del Mundial en el estadio Mineirão de Belo Horizonte.
Actual campeona del mundo, ahora aspira a ganar la Eurocopa, igual que en su día España. Ambas son herederas, al fin y al cabo, del juego que ideó Holanda. No es casual tampoco que Löw tenga ciertas similitudes con Del Bosque. Los dos son buenos conductores de grupo, generan las mejores condiciones para que sus equipos se sientan cómodos en la concentración y en el campo, y habitualmente saben elegir a los jugadores en las citas importantes por más debate que haya en la Liga y la Bundesliga.
Alemania es también una selección con muy buen gusto y mucha personalidad, una de las favoritas del torneo en París. Tiene recursos y dispone incluso de un plan B para según que partidos, como los de la fase de clasificación, en la que hoy debuta contra Ucrania. El secreto de su juego está igualmente en la línea de centrocampistas, repleta de futbolistas exquisitos, algunos indetectables como Götze y Müller, el símbolo más alemán de Alemania. A falta del delantero centro de toda la vida, ya dimitido Klose, hay una cierta expectación por ver si Löw es capaz de recuperar a Götze después de demostrar en campeonatos anteriores su habilidad para rehabilitar a internacionales que no han tenido una buena temporada.
La solidaridad del plantel permite disimular sus puntos débiles, especialmente significativos en los laterales
La solidaridad del plantel permite disimular sus puntos débiles, especialmente significativos en los laterales, circunstancia que a veces obliga al equipo a desplegarse a partir de tres centrales. Nadie consiguió convencer a Lham de que estaría mejor en Francia que en su casa viendo el campeonato por televisión con una copa de vino. Las lesiones, especialmente la de Rüdiger, han obligado al técnico a reparar en el orden defensivo y confiar en la solvencia del portero Neuer.
Löw no se queja, acostumbrado como está a responder a las exigencias con triunfos como el de Maracaná. Alemania siempre ha sabido ganar los partidos importantes, antes cuando aburría y ahora en que disfruta, siempre reconocible, sea bella o bestia (Mannschaft).
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