Francia se blinda para la Eurocopa

Francia está en pie de guerra. Siete meses después de los atentados que golpearon París causando la muerte de 130 personas, el país se prepara para afrontar el reto terrorista durante la Eurocopa. El Gobierno desplegará unos 75.000 policías, gendarmes y militares para garantizar la seguridad de los 2,5 millones de espectadores y 7 millones de visitantes que se esperan durante el torneo continental cuyo pistoletazo de salida se dará este viernes con el partido de inauguración que enfrentará Francia y Rumania en el estadio de Saint-Denis. El recinto deportivo fue uno de los blancos de los ataques terroristas del pasado 13 de noviembre.

A principios de mayo, el Parlamento francés prorrogó por tercera vez consecutiva el estado de emergencia con el fin de dedicar todos los recursos posibles a evitar nuevos atentados durante una competición considerada el tercer mayor evento deportivo del planeta, después del Mundial y los Juegos Olímpicos. Estados Unidos emitió la semana pasada una alerta de viaje en la que advertía a sus ciudadanos que planeen viajar a Europa este verano del riesgo de que se produjeran ataques terroristas, especialmente durante la Eurocopa.

A falta de unas horas para que empiece la competición, la tensión es máxima en las 10 ciudades que albergarán uno o varios de los 51 partidos previstos hasta el 10 de julio, día de la final. Las autoridades francesas han puesto el foco en los estadios y en las fan-zones. En estas últimas se reunirán miles de aficionados en plazas y sitios abiertos al público, es decir, que podrían convertirse en blancos potenciales de los terroristas. En París, se esperan hasta 100.000 personas en la fan-zone situada en el campo de Marte, enfrente de la Torre Eiffel.

El responsable de Seguridad de París, Michel Cadot, causó una fuerte polémica en Francia la semana pasada al pedir el cierre parcial del espacio durante los partidos en la capital francesa por temer que las fuerzas de seguridad se vieran desbordadas por una posible avalancha humana en caso de incidentes. Cadot anunció días después que obtuvo el compromiso por parte del ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, del despliegue de 3.000 policías más que se sumarían así a los 10.000 ya previstos para efectuar controles en la región parisina. En total, son 33.000 los agentes de policía y 10.000 los de compañías privadas que vigilarán, respectivamente, las inmediaciones y los accesos de cada una de las fan-zones de la Eurocopa. El gobierno francés gastó ocho millones de euros para reforzar la seguridad en estos lugares que contarán con pórticos para detectar metales y cámaras de seguridad.

En los estadios de la Eurocopa también el estado de alerta es máximo después de que se produjeran graves incidentes entre aficionados radicales del París Saint-Germain y del Marsella durante la final de la Copa de Francia, a finales de mayo pasado. El partido se celebró en el estadio de Saint-Denis. Se registraron entonces lanzamiento de proyectiles, invasión de campo, sillas quemadas... Las autoridades locales admitieron que hubo graves fallos en el dispositivo de seguridad del recinto, especialmente en los chequeos para entrar en el estadio. Cazeneuve anunció que se incrementarán los controles en todos los estadios, con hasta tres filtraciones previas, y que revisará el plan de seguridad para acoger y evacuar al público, conjuntamente con la sociedad organizadora de la Eurocopa, que está en manos de la UEFA (95%) y de la federación francesa (5%).

Francotiradores

La protección de los 24 equipos también llama la atención de las autoridades locales. Altos funcionarios de policía estarán movilizados para facilitar los desplazamientos de cada una de las selecciones nacionales, entre sus lugares de concentración y los estadios. Fuerzas especiales de gendarmería y de policía, con francotiradores en ciertos casos, apoyarán el dispositivo durante sus estancias. España tendrá el refuerzo de la BRI (Brigada de Intervención), la unidad de policía de élite de París y de la policía española.

El desafío terrorista no es la única preocupación del Gobierno francés. El hooliganismo también despierta alarma. Cinco partidos son considerados de alto riesgo por la UEFA que teme posibles enfrentamientos entre aficionados rivales. El primero será el que enfrentará Inglaterra y Rusia el sábado en Marsella, dos naciones unidas contra el yihadismo en Siria e históricamente con problemas en sus aficiones. Un coctel explosivo. Los otros cuatro son el Turquía-Croacia, el Inglaterra-Gales, el Alemania-Polonia y el Ucrania-Polonia.