Nàstic, Girona, Cordoba y Osasuna, por una plaza en Primera
Mallorca y Almería se libran del descenso a Segunda B a costa de la Ponferradina
Nàstic, Girona, Córdoba y Osasuna opositarán a la última plaza de ascenso a Primera División en eliminatorias que comenzarán esta misma semana, el miércoles y el jueves. Los de Pamplona se enfrentarán al Nàstic y el Girona se medirá a Osasuna en busca de una plaza en la eliminatoria final por el ascenso. Fuera de esa ilusión quedan Alcorcón y Zaragoza, que también habían llegado con opciones a una jornada final que también fue desgraciada para la Ponferradina, que desciende a Segunda B con los ya confirmados Llagostera, Albacete y Bilbao Athletic. Se salvaron sobre la bocina dos equipos con reciente pasado en Primera, Almería y Mallorca.
Nada es previsible en Segunda División, donde el Nàstic, un recién ascendido, pugnó hasta el final por subir de categoría. Lo acarició, pero en los últimos noventa minutos siempre estuvo a rebufo del Leganés. Se trabajó la victoria el equipo de Tarragona ante el Alavés. Pau Torres, meta de los vascos, estuvo excepcional, pero no pudo detener un monumental remate de Xavi Molina a la salida de un córner. El gol premió el esfuerzo del Nàstic, que trató de exigir al Leganés hasta el final. Hasta llegó a cantar su gente un gol que llegó vía Radio Macuto y que desde Miranda de Ebro les hubiera dejado en Primera. Al final, con todo casi sentenciado, empató el Alavés (1-1), brillante campeón de la categoría, y el Nàstic deberá intentarlo en la promoción, en la que jugará el segundo partido de cualquier eliminatoria que dispute en casa y tendrá la ventaja de ser ganador en caso de que en alguno de esos cruces haya igualdad después de prórroga, ya que la normativa no contempla el desempate por penaltis.
La jornada había comenzado con un doble golpe de teatro: marcó el Llagostera ante el Zaragoza y el Alcorcón se adelantó contra el Elche, marcadores que sacaban a los aragoneses de la promoción y metían en ella a los madrileños. Fue el preludio de una tarde movida en la que al descanso de los partidos los cinco implicados en la pelea por tener el derecho a litigar por la última plaza de ascenso estaban empatados a puntos y se quedaban sin premio justo los dos equipos con más presupuesto y aspiraciones, Córdoba y Zaragoza.
El Córdoba solucionó su pase a la promoción con un gol de Raúl de Tomás mediada la segunda parte y ante un Almería que jugaba con diez hombres, pero el Zaragoza padeció una de las jornadas más tristes que se le recuerdan. Necesitaba tan solo un punto para garantizar su acceso a la promoción y cayó goleado (6-2) ante un rival que ya estaba descendido a Segunda B en un partido que primero le preocupó, luego le deprimió, después le ilusionó y finalmente le hizo llorar. Cuatro a cero ganaba el Llagostera en el minuto 69 antes de que el Zaragoza se ilusionase con dos goles. Volcado en busca del milagro recibió la puntilla ante el estupor y el enfado de sus aficionados, que increpó a sus jugadores. Ahora deberá purgar una temporada más en la división de plata y batirá una triste plusmarca: entre 1953 y 1956 estuvo tres campañas en Segunda, la venidera será la cuarta consecutiva. Nunca estuvo tanto tiempo sin jugar entre los grandes.
La Ponferradina pierde la categoría
La resolución fue también cruel para el Alcorcón, que estuvo casi toda la tarde en promoción y se quedó fuera por un postrero gol de Cristian Herrera para el Girona en Ponferrada (0-1). Las matemáticas le penalizaban ante Osasuna, que para entonces ya goleaba al Oviedo (0-5) y acabó en la ansiada sexta plaza.
Por abajo el Mallorca eludió un descenso histórico. Hace 35 años que salió de Segunda B para completar los mejores años de su centenario devenir, justo cuando se cumple tal efemérides. Comenzó sumido en el desastre porque un gol de Juan Villar le puso uno abajo en Valladolid, pero tejió un partido trabajado y al descanso ya había remontado con dos dianas del canterano Thomas. Para entonces ya sabía que el Almería superaba al Córdoba gracias a un gol de Quique González y que también se había complicado la vida con una expulsión de Lolo Reyes por una nadería con Pedro Ríos, que exageró la nota ante un imprudente y leve toque del antebrazo del jugador almeriense en su rostro.
El Almería había dominado al Córdoba, pero la inferioridad le dejó en problemas por más que al llegar el receso el descenso estuviese en Ponferrada. De allí no se movió.
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