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Arantxa: “Lo de Muguruza era cuestión de madurez”

Arantxa Sánchez Vicario (Barcelona, 44 años), triple campeona de Roland Garros (1989, 1994 y 1998), conoce muy bien el camino a la cima. Vive en Miami, es madre y dirige una escuela deportiva infantil

Alejandro Ciriza
Arantxa, ayer en Roland Garros.
Arantxa, ayer en Roland Garros.PHILIPPE LOPEZ (AFP)

Era casi una niña cuando aterrizó en París, pisó la Chatrier y tumbó a una jugadora tan dominante como la propia Serena Williams. Ahora vive en Miami, luce una melena teñida de rubia, es madre y dirige una escuela deportiva infantil (la Metropolitan International School, en el barrio de Wynwood), aunque sigue ligada al circuito en labores de promoción. Si alguna jugadora española sabe interpretar los entresijos del éxito en Roland Garros es ella, Arantxa Sánchez Vicario (Barcelona, 44 años), triple campeona del major francés (1989, 1994 y 1998). Fue también número uno, así que conoce bien el camino a la cima.

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Pregunta. ¿Qué recuerdos le vienen a la cabeza en París?

Respuesta. Para mí es una ciudad espectacular, especial. Desde el primer día que vine me sentí como en casa, porque el público siempre me recibió muy bien; no me ocurrió como a Rafa [Nadal], con el que hubo un periodo en el que la gente de aquí parecía que estaba un poco cansada. Siempre conecté mucho con este público. Aquí es donde empecé mi carrera, donde gané [en 1989] mi primer torneo del Grand Slam, donde marqué una época en el tenis femenino en España. El país se colapsó porque, claro, una mujer, una niña de 17 años jugando la final de Roland Garros, derrotando a Steffi Graf… .

P. ¿Cómo describiría ese primer triunfo en la Chatrier?

R. Pues imagínate… El año anterior ella había ganado la final a la número cinco del mundo en 37 minutos, así que era: ‘bueno, vale, si a la cinco le ha ganado así, con una niña de 17 años aún va a ser más rápido…’. Pero di la campanada, porque ella llevaba dos años y medio sin perder un partido. Cuando ganas a la mejor, a la número uno, pues tienes mucho más reconocimiento. Fue completo. Llegué a España y estaba todo el mundo con las banderas, la Familia Real apoyándome… Se me sigue poniendo la piel de gallina.

P. Muguruza ha recogido el testigo. ¿Qué opina de ella?

R. Es todo fuerza, potencia, el juego de hoy día. Es alta, le pega a la bola durísimo. Es joven, pero cuando aprenda a controlar la presión que conlleva el hecho de ganar y tener regularidad en todos los torneos, durante todo el año, ganará muchos más Grand Slams y será la número uno. Era una cuestión de madurez; si no hubiese sido ahora lo hubiera hecho más adelante. De la nueva generación de jugadoras es la que más ha progresado y en menor tiempo.

Mi época era muy dura. Competía cada semana contra grandes rivales, no contra una sola"

P. ¿Cuánta cuerda le queda a Serena Williams?

R. Es humana, así que es vencible. Yo creo que Garbiñe hizo lo correcto, sacar muy bien e ir adelante, ser muy agresiva, porque si no te arrolla ella. Lo bueno de jugar contra ella es que la contraria no tiene nunca nada que perder y eso, psicológicamente, juega muy a favor de las contrarias.

P. Usted tuvo que lidiar con Graf. ¿Era más o menos dominante que Serena?

R. Son épocas distintas, así que compararlas no es fácil. Las dos son fantásticas y las dos han dejado huella en este deporte, son parte de la historia. Cuando jugaba Steffi dominaba y ahora lo hace Serena. Yo he tenido la suerte de jugar contra tres generaciones, la de Martina [Navratilova], la de Steffi y la de Serena. No es algo que puedan decirlo muchas jugadoras.

P. ¿Cómo ha evolucionado este deporte desde entonces?

R. Ha cambiado el estilo. Ahora es mucho más rápido, más potente. No ha perdido encanto, pero ha cambiado todo. La clara dominadora es Serena, que está marcando una época, y después le sigue el resto; en mis tiempos era distinto, porque había más regularidad y yo tenía un grupo de 10 jugadoras a las que les tenía que ganar cada semana del año, no solo a una; nos enfrentábamos todas las semanas. Ahora no ves cada día desde octavos o cuartos a las mejores, las unas contra las otras; no quiero decir que sea ni mejor ni peor, sino diferente. Cuando yo jugaba la competencia era muy dura.

P. ¿El tenista de ahora tiene las cosas más fáciles?

R. Quizá sí, sobre todo por el tema del prize money [la bolsa económica de los torneos]. Nosotros teníamos que luchar mucho por conseguirlo; no quiere decir que ahora no lo hagan, pero el sistema ha cambiado y eso quizá hace que se relajen un poco más.

P. Dirige una escuela deportiva en Miami. ¿Qué mensaje le transmite a esos niños?

R. Que los valores del deporte te ayudan mucho en la vida. Suelo decir: cuerpo sana, mente sana. Ahora soy madre y me fijo más. Los valores que te aporta el deporte te pueden ayudar en la vida real. Hay que trabajar y luchar por lo que uno quiere. Nadie te da nada gratis, pero si trabajas acabas consiguiéndolo. Ese es el mensaje; ese y que disfruten.

P. Desde fuera, algunos contemplan este deporte como un cuento de hadas. ¿Es así?

R. Visto desde el otro lado es muy bonito porque ven que viajamos y ganamos trofeos, pero en realidad el día a día es duro, porque exige muchos sacrificios: tener una disciplina, ser humilde y tener los pies siempre en el suelo. Es la parte que la gente no ve tanto. Si consigues los objetivos compensa, pero es muy sacrificado.

Tuve la suerte de jugar contra tres generaciones, la de Navratilova, la de Steffi y la de Serena"

P. Muchos exjugadores seguís ligados al tenis una vez que colgáis la raqueta. ¿No satura tanta pelota?

R. Se trata de aportar un poco tu granito de arena. Nos lo ha dado todo, así que es una manera de devolvérselo. Puedes dedicarte a entrenar, a comentar partidos, ser imagen de los torneos... Es normal que sigamos aquí porque es lo que sabemos hacer. Estamos aquí también para transmitir nuestra experiencia a los jóvenes. A mí me han pedido que entrene, pero ahora soy madre y eso supone un trabajo a jornada completa. De momento, no; ¿el día de mañana? Ya veremos.

P. En el tenis español se está cerrando un ciclo. ¿Qué avista a corto plazo?

R. En el femenino ha costado, pero ahora tenemos a Garbiñe y a Carla Suárez, que quizá no se le ha dado tanta prensa, pero ha hecho cosas muy importantes. Estamos con ellas en un momento buenísimo y hay que disfrutarlo. En los hombres seguimos teniendo buenos jugadores, pero hay que seguir trabajando la base para que no haya lagunas el día de mañana y podamos estirar esta época dorada.

P. Feliciano López ha descartado ir a los Juegos. ¿Entiende su postura?

R. Cada uno conoce bien su situación, por qué lo hacen o no lo hacen; cada uno es diferente y decide. Sí es cierto que el calendario es muy duro, pero es una pena que pase esto. Cada uno sabrá por qué… Para mí, la experiencia de jugar cuatro Juegos y ganar cuatro medallas fue increíble. El poder estar ahí, representando a tu país, conviviendo con los demás atletas… Nunca sabes si vas a poder repetirlo.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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