“¡Con 10, y volvimos a ganar!”

La del doblete del Barcelona fue una celebración sobria. No tanto por los fuegos artificiales y los juegos de luces, que los hubo. Sino por los discursos de los jugadores, que fueron breves y no hicieron el ruido de otras veces. Abrió el turno el capitán, Andrés Iniesta. Y mantuvo la línea que de él se esperaba: “Hemos ganado mucho, pero queremos ganar más. Y hacer historia. El año que viene volveremos a estar aquí”, dijo, en perfecto catalán.

Le siguió el entrenador, Luis Enrique, que lo primero que hizo fue excusar a quienes se habían perdido la fiesta. Y para sorpresa de muchos, entre los ausentes se contaba a Leo Messi, al parecer, baja por una indisposición médica. Tampoco estuvo Luis Suárez. Los médicos le han aconsejado que debe hacer reposo absoluto si aspira a la Copa América. Y eso implicaba perderse, incluso, la celebración del doblete. “Les hubiera gustado estar aquí con todos vosotros compartiendo los títulos. Ha sido una temporada larga y dura, pero con una afición así es más fácil. Recuerdo especialmente el partido contra el Valencia aquí, por eso ahora solo tenemos que celebrar”, indicaba el técnico.

Nos quedamos muy tristes por la Champions, pero hemos hecho de todo para tener estas dos copas, y están ahí: la Copa y la Liga Neymar, delantero del Barcelona

Aunque señalaba al coger el micro que no se había preparado nada, Piqué siempre pone sal y pimienta: “A veces se quejan porque dicen que siempre jugamos contra diez, pero contra el Sevilla fuimos nosotros los que jugamos con diez. ¿Y qué pasó? ¡Que volvimos a ganar!”. Uno de los que más se explayó fue Dani Alves, que dedicó la temporada a Xavi Hernández, a quien, dijo, pidió permiso para heredar su dorsal esta temporada: “No para hacerlo igual que él, porque es inigualable en este club, sino porque conmigo ese número iba a tener dedicación y entrega. Sabía que este año íbamos a ganar otra vez la Liga, por eso se lo agradezco”.

Y siguió, para volver la mirada a aquel vídeo en el que se puso una peluca para quitar dramatismo a la eliminación del equipo en semifinales de la Liga de Campeones: “En la vida tenemos que disfrutar. Y los números están ahí; ustedes son unos privilegiados, deben disfrutar de este club. Y lo que digan los demás: chorradas. Somos los mejores”.

Fue otro brasileño, Neymar quien también hizo referencia a la ausencia del equipo en la final del próximo sábado. Y derrochó sinceridad: “Nos quedamos muy tristes por la Champions, pero hemos hecho de todo para tener estas dos copas, y están ahí: la Copa y la Liga. Gracias por compartir con nosotros un año más”. Su renovación todavía está pendiente, pero él advirtió: “Estoy muy feliz en este club. Yo soy del Barça. Visca el Barça”.

“Estamos muy satisfechos. Es un doblete muy agradecido, trabajado y merecido. Celebrémoslo, porque no es fácil”, había dicho el presidente instantes antes a la televisión oficial del club. Luego volvió a su asiento, en el palco, para no perder detalle.

Los aficionados más puntuales en llegar a la cita habían ocupado los primeros asientos del Camp Nou pasados unos minutos de las siete. Una dj ponía música a la tarde soleada y esperaba, precisamente, a que el sol cayera. Solo entonces aparecerían los ídolos en el estadio. Los focos encontrarían primero a los integrantes del staff y del cuerpo técnico. Y no hallarían a Messi, a quien los niños buscaban desesperados desde primera hora de la tarde.

A los iniestas y neymars les precedieron los más pequeños de la casa. La grada —al campo se accedía con una entrada gratuita que se podía recoger desde primera hora de la mañana en las instalaciones del club— también rindió homenaje a los chicos y chicas representantes del fútbol formativo (entre los diferentes equipos han ganado once ligas esta temporada), así como a los integrantes del equipo de hockey patines (ganadores de casi todos los títulos que se les pusieron a tiro, entre ellos, la Liga y la Copa) y a los del de balonmano (también campeones de la Liga y la Copa).