Así sentó la pole de Valentino a rueda de la Suzuki

La escena no resultaba extraña. Ya se había visto alguna vez esta temporada: Valentino Rossi y Maverick Viñales se encontraban en la pista y se ofrecían ayuda, la rueda de uno guiaba al otro y al revés. Casualidad, decían ellos. Pero ocurrió en Qatar, donde el italiano logró su tiempo de clasificación (quinto) a rueda del joven piloto de Suzuki, la sensación (entonces) de la pretemporada, el chico del momento ahora. Se repitió en Argentina (segundo), y ha vuelto a pasar en Italia, donde el de Yamaha ha encontrado en su futuro compañero de equipo al colaborador perfecto. Después de muchos años en los que Mugello, el circuito en el que es adorado cual divinidad, se le atragantó como el que más –tanto su última pole position, como su última victoria en el GP de Italia se remontan al año 2008– Rossi logró ayer clasificarse en la primera posición. La rueda de la Suzuki de Viñales le enseñó el camino.

El de Tavullia no tuvo ningún problema en reconocerlo: “Tuve la suerte de lograr el rebufo de Maverick al final, lo que me ayudó a conseguir la pole. Es importante para la carrera, porque en este circuito es difícil adelantar y la carrera aquí en Mugello siempre es muy exigente”, concedió. Desde el 2009, cuando se clasificó el cuarto y acabó tercero, el 46 no ha podido clasificarse más allá de la tercera fila. Este domingo intentará mejorar la estadística y hacer buena la teoría que dice que esta temporada el piloto que tiene la pole es el que gana la carrera. Ha pasado en todos los grandes premios desde Qatar. “Espero que siga siendo así, pero sinceramente, creo que solo es casualidad”, dice Rossi.

Parece que han hablado y lo han organizado. Al final cada uno hace su estrategia Marc Márquez, piloto del Repsol Honda

No creen sus rivales que sea una casualidad la ayuda que se ofrecen el italiano y Viñales, aunque ellos se esfuercen por asegurar que no es así. Si el de Suzuki permitió a Rossi escalar de la séptima posición de la tabla a la primera en un pispás, a él no le vino nada mal la rueda de la Yamaha un giro antes para minimizar la falta de velocidad punta de su moto en este trazado tan rápido y en el que los rebufos son casi definitivos para colocarse segundo. “A mí me gusta empezar más tarde, porque si no hay muchos pilotos en la pista. También Valentino sale siempre de los últimos. Prefiero hacer la vuelta solo. Es lo único que puedo decir. Y casi siempre me sale bien”, argumentó Viñales.

Pero aquello no convenció a Lorenzo. “Por lo que he oído Maverick siempre ha admirado mucho a Rossi y parece ser que planean algo antes de los entrenos para favorecerse y hacer mejor vuelta. Se puede hacer y les ha salido bien, porque Rossi ha mejorado en alguna ocasión ya sus tiempos siguiendo a Maverick. Es una gran estrategia”, apuntó. Lo mismo opinaba Márquez: “Parece que han hablado y lo han organizado. Al final cada uno hace su estrategia. Yo prefiero hacer las vueltas solo, pero creo que cada uno por su cuenta tenía un buen ritmo”.

Claro que alguien mencionó la palabra “biscotto”, aquel término que sacó a la palestra el propio Valentino el año pasado para denunciar que el campeonato estaba amañado por los pilotos españoles y las declaraciones fueron subiendo de tono. “Creo que está bastante claro que yo corro para mí mismo. Y siempre será así. Ellos dos, pues no lo sé. Si es una coincidencia se repite muchas veces”, dijo Lorenzo, que concluyó: “No creo que esto esté bien visto. Lo veo como copiar en un examen”. “Pues yo creo que Lorenzo planea los entrenamientos con Iannone, que le ha hecho el tiempo a rueda. A mí, al final, Rossi me ha quitado la pole, que la tenía”, le respondía Viñales.