Jony da vida al Sporting ante el Eibar
Una asistencia y un gol del extremo rojiblanco dan una victoria vital al equipo asturiano
Eran tres puntos innegociables para el Sporting. Había que ganar o ganar al Eibar si quería mantener las opciones de permanencia intactas. Y el Sporting cumplió, sin alardes ni florituras porque el panorama no está para eso, pero se llevó una victoria que hace que los de Abelardo duerman fuera del pozo y les carga de moral para lo que queda. Nada que reprochar al Eibar, que llegó con los deberes más que hechos y aun así hizo un partido más que respetable.
Desde el principio se vio quién se jugaba los cuartos y quien llegaba relajado. En cada pase impreciso y control errado se notaba la tensión de los jugadores del Sporting. Por contra, el Eibar podía permitirse tocar, hasta gustarse. Varias jugadas hilvanadas del cuadro guipuzcoano generaron peligro, sobre todo una acción individual de Jota Peleteiro que el gallego finalizó con un disparo manso a las manos de Cuéllar. Minutos después, el meta local volvió a desbaratar otra buena acción del 22 armero.
Para minimizar riesgos, el Sporting decidió resguardarse un poco y esperar juntito en su campo, por lo menos hasta que se pasasen un poco los nervios. El Eibar no despreció el balón y continuó con mucho mejor tono que su rival, que solo encontraba desahogo cuando Halilovic recibía el cuero. Los de Abelardo encontraban algo de bienestar cada vez que intervenía el pequeño croata. Pero el oxígeno llegó de repente, como un huracán, con el gol de Carmona. Al borde del descanso, Jony puso un centro desde la izquierda que Carmona remató de cabeza completamente solo.
Un gol todo lo cura, y este desde luego que cambió el partido. El Sporting se templó y controló el ritmo de juego. O más bien habría que decir que lo durmió, porque no pasó demasiado en la segunda mitad. Si no fuese por la afición asturiana, que no paraba de cantar y animar, podría pensarse que en el Molinón estaba sucediendo cualquier cosa salvo un partido de fútbol. El fin del aletargamiento se produjo con el sonido que hizo el balón cuando chocó con el palo de la meta de Cuéllar. Fue con un disparo de Sergi Enrich, que mandó el cuero a la madera tras una parada del portero del Sporting y posteriormente se recorrió toda la línea de gol. Susto de muerte.
Al igual que en la primera mitad, el peor momento de los de Abelardo precedió a un gol. Saque en largo de Cuéllar que botó delante de la defensa del Eibar y llegó a los pies de Jony, que raudo se plantó ante Riesgo y liquidó el partido y el sufrimiento. Asistencia y gol del hombre del partido y el Sporting encara la final del próximo domingo en Getafe cargado de moral.
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