Eibar y Deportivo se reparten los puntos y se sienten salvados
El equipo vasco se adelanta en Ipurua pero los gallegos se acercan a la permanecia tras empatar por medio de Fede Cartabia
Ni todos contentos, ni todos descontentos. El Eibar, ya salvado, quería ganar porque se lo debía a la afición en esta segunda vuelta. El Depor, en busca de la felicidad, sabía que ganando se le abrían definitivamente las puertas de la permanencia. Lo que estaba claro es que ambos, por una cosa o por otra, temían perder. Y se repartieron los tiempos del partido. El Eibar fue un poco mejor, más incisivo, más directo en la primera parte y el Deportivo fue más tenaz, más coordinado, más agresivo en la segunda. Por eso el empate (el 18º del conjunto gallego en 35 partidos) les hizo a ambos más felices que infelices.
Porque temió el Deportivo lo peor cuando en una acción llena de casualidades Adrián marcó el gol tras un saque de esquina. Él mismo cabeceó y dio en la cabeza de Sidnei y él mismo volvió a rematar y dio en el pie de Oriol Riera que había bajado a defender el corner. El fútbol está lleno de casualidades pero el gol de Adrián fue un ejemplo de tenacidad y de poderío aéreo del Eibar, que se mantuvo todo el partido. La baja de última hora de Fernando Navarro por problemas intestinales mermó su defensa, con Juanfran jugando a pie cambiado. A partir de ahí más que elaboraciones, comenzaron los detalles. Bastón tuvo uno, en un recorte que explicó su calidad. Cartabia era una bala nada perdida que todo lo que tocaba lo convertía en peligro. Cierto que era el único de su equipo con la cartuchera llena, porque Lucas Pérez, muy caído al costado izquierdo, tuvo poca presencia en el juego.
Y llegaron, sobre todo los detalles de Hajrovic, bosnio, aunque internacional suizo. El muchacho, cedido por el Werder Bremen apenas había jugado 45 minutos en toda la temporada siempre saliendo del banquillo y casi en los minutos de la basura o del agobio. Seguro que Mendilibar tiene una explicación para su escasa presencia, pero ayer dio un recital de zurdo clásico, con un golpeo majestuoso del balón. Al cuarto de hora de la segunda mitad, firmó un libre directo espectacular. Lo lanzó con la zurda como lo haría un diestro, es decir a postura cambiada, y el balón se fue a la escuadra del portero con una violencia y una dirección inusitadas. Cada corner de Hajrovic era un quebradero de cabeza para el Deportivo aunque le faltase al Eibar puntería para celebrarlos.
Pero el equipo gallego ya se había adueñado del partido y Cartabia, por fin, tuvo el acompañamiento de Lucas Pérez. Todo lo hacía bien el argentino, menos rematar sus diagonales, pero todo lo hacía bien el gallego para habilitar las mejores situaciones a sus compañeros. Y Cartabia por fin acertó en su enésima diagonal para colocar el balón en la red. El Eibar ya solo resistió y el Deportivo bajó una velocidad, más temeroso de perder el botín que interesado en aumentarlo.
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