Luis Enrique: “Soy así de gilipollas, me va el baile”
El entrenador del Barcelona afirma que le van las adversidades y que confía plenamente en su equipo para ganar la Liga
El Barcelona ha perdido fuelle, descabalgado de Europa en los cuartos de final y con apuros que no conocía desde hace tiempo en la Liga porque ha desperdiciado una ventaja de ocho puntos con respecto al Atlético de Madrid, que ya está a su vera en la tabla, del mismo modo que el Madrid está sólo un punto por debajo. Pero Luis Enrique se alineó junto a Gerard Piqué, que dijo estar convencido de que ganarían el título liguero. “Por supuesto que lo creo, de lo contrario no estaría aquí sentado”, resolvió el entrenador azulgrana. Aunque es consciente de los sucesivos tropiezos, de la debilidad que ha mostrado el equipo en las últimas fechas. “Estamos en una dinámica negativa deportivamente hablando. Es una situación que ya hemos vivido todos y que debemos gestionar, aunque la mejor gestión es ganando al rival”, expuso. Aunque añadió: “No hay que sacar las cosas de sitio. Si alguien necesita ayuda psicológica, tenemos al mejor psicólogo deportivo”.
Confía Luis Enrique en las capacidades de sus futbolistas, que durante 39 partidos firmaron todo un récord histórico de invencibilidad. “Me aferro a mis jugadores, a su actitud, a su manera de competir y a la fe que tengo en ganar todos los partidos, por qué no. Es una situación especial a la que debemos adaptarnos”, convino. Y no varió la hoja de ruta de un equipo que el año pasado hizo el triplete y que hasta hace poco aspiraba a lo mismo. “Es verdad que son situaciones complicadas de cambiar. Pero me basaría en lo que estamos haciendo. Tenemos infinidad de partidos como referencia o el último mismo ante el Valencia. Debemos seguir con la misma idea y la misma línea”. Y se explayó: “El camino está en ver un equipo que pierde de manera injusta por 0-2 en el descanso y pensar que tiene la capacidad de cambiarlo. Y pudimos por fútbol, por ocasiones generadas… A esto se le da la vuelta con trabajo”.
Gallardo como es, quiso liderar a su grupo desde la oratoria. “Será por mis genes gijoneses, pero me va la adversidad. Soy así de gilipollas, me va el baile. Y tengo unas ganas enormes de llegar al partido de mañana”, señaló; “no me quiero ni imaginar si le damos la vuelta a esto y somos campeones, el fiestón que nos vamos a pegar”. Pero sabe que algo se ha torcido por el camino y reflexionó: “Ya se sabe esa expresión de que el fútbol es así, o asín. Si solo ganaran los equipos que tienen los mejores jugadores, sería más aburrido que bailar con tu propia hermana. Yo veo el lado positivo y debemos de cambiar una dinámica muy negativa”. Es por eso que reclamó adelantarse mañana en el marcador en la visita al Deportivo (20.00 h. C+ Liga). “El estado de ánimo afecta para el próximo partido y el peor escenario es, como ante el Valencia, hacer cinco ocasiones y que en la suya te hagas gol en propia”. Y argumentó las dificultades del rival: “No tenemos un recuerdo placentero de sus dos últimas visitas, saldadas con empate. Tienen diferentes recursos y posibilidades de generarnos problemas. Veremos dónde nos presionan, si dejan gente descolgada…”. Pero remató: “Sólo miro nuestro resultado porque si ganamos los cinco partidos, ganamos la Liga”.
“No tengo nada de lo que disculparme”
En la anterior rueda de prensa, después de caer ante el Valencia, le cuestionaron sobre cómo había influido la preparación física en el mes de abril. “¿Cómo te apellidas?”, respondió Luis Enrique, a sabiendas de que era Malo. “¿Piensa que actuó correctamente?”, le cuestionaron este martes. “Si no contesté…”, se arrancó. “No tengo nada de lo que disculparme. Ya sé con quién trabajo. No he faltado el respeto a nadie y muchos medios a mí, sí. Si no gusta mi estilo, me importa un bledo por decirlo de manera educada”, zanjó.
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