Ferrari se asoma de nuevo

La hinchada que sigue el Mundial de Fórmula 1 sigue a la espera de una revitalización de Ferrari que se anunciaba desde la pretemporada y que sin embargo todavía no ha terminado de materializarse. Durante el invierno, los monoplazas de la marca de Maranello parecían haber dado un salto de calidad que una vez que arrancó el curso se vio comprometido por la falta de fiabilidad. En Australia, el monoplaza de Kimi Raikkonen terminó en llamas por culpa de un fallo en el turbo, mientras que en Bahréin, hace dos semanas, Sebastian Vettel ni siquiera pudo tomar la salida después de que un problema de software causara un destrozo en el motor de combustión que le dejó tirado en la vuelta de formación.

Por todo eso hay que ser muy prudente a la hora de juzgar las dos primeras posiciones en la tabla de tiempos que Kimi Raikkonen y Sebastian Vettel ocuparon este viernes en China. El finlandés se mantuvo al frente del pelotón, con un margen de una décima sobre su compañero de equipo, después de que ambos realizaran un simulacro de cronometrada. Por detrás de ellos terminaron los Mercedes de Nico Rosberg (el tercero) y de Lewis Hamilton (el cuarto), que vaciaron los tanques de sus monoplazas y colocaron los neumáticos más blandos cuando el asfalto todavía no estaba en sus mejores condiciones. Carlos Sainz finalizó el octavo, a 1,6 segundos del finlandés, mientras que Fernando Alonso lo hizo el undécimo, a 1,8 segundos de su excompañero en Ferrari.

Nada más concluir la primera sesión de entrenamientos, el asturiano recibió la luz verde definitiva de parte de los médicos de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) para afrontar el resto de gran premio. Alonso hizo una visita rápida al centro médico para certificar su estado físico, donde los doctores le declararon apto , pero le instaron a detener el coche de forma inmediata en caso de apercibir cualquier “síntoma anormal”.