Muere ahogado en Estados Unidos un brillante estudiante mexicano
Un estudiante mexicano en Estados Unidos muere durante un viaje escolar al intentar nadar en la bahía de Texas
Carlos Alejandro Pérez, mexicano de 16 años, era un alumno destacado, según sus compañeros. Jugaba en el equipo de fútbol de su preparatoria en Mansfield, Texas. Además de participar en eventos deportivos lo hacía también en otras materias, como ciencia y tecnología. El periódico local estadounidense The Dallas Morning News recoge la declaración de una de sus compañeras de escuela: “Era conocido por jugar soccer, pero también era el más brillante de su clase”.
El viernes pasado, durante un viaje escolar para participar en un concurso de conocimientos en la localidad de Corpus Christi, Pérez y sus compañeros disfrutaron de una tarde libre en el muelle Bob Hall, en la bahía texana que da al Golfo de México. El adolescente aprovechó para sumergirse bajo las olas. Sus amigos no lo volvieron a ver.
Las autoridades locales se encargaron de la búsqueda del muchacho, pero después de 12 horas de infructuoso trabajo, decidieron dar por finalizado el rastreo del cuerpo. El sábado, los familiares recibieron el apoyo del directo de EquuSearch, una organización sin fines de lucro que realiza misiones de recuperación y búsqueda de desaparecidos en el mar. El cuerpo de Pérez fue encontrado por una patrulla marítima cerca de la Isla del Padre el domingo y más tarde la preparatoria de Mansfield confirmó a los medios la noticia.
Carlos Alejandro, como informa el portal Sports Day, especializado en noticias de deportes colegiales, solía llevarle tamales (un alimento tradicional mexicano) al director técnico de su equipo de fútbol. Llegó a los Estados Unidos hace tres años con toda su familia. Los Pérez son originarios de Comonfort, Guanajuato, un estado en el centro de México. Su hermano Joel Pérez le confirmó a Telemundo que la natación “no era el fuerte” del miembro más chico de la familia y que trasladarán el cuerpo de regreso al país donde nació.
El Lake Ridge, donde jugaba Pérez, se clasificó a la postemporada en la liga local de Texas. El viernes pasado, el técnico Cory Elolf prefirió darle la noticia de la desaparición al equipo después del partido que los clasificó a las semifinales del torneo. El lunes siguiente asistieron al funeral, donde liberaron varios globos blancos en memoria de su compañero, quien se perdió la oportunidad de jugar las semifinales.
La victoria 1-0 sobre Lufkin le permitirá al Lake Ridge jugar este viernes la final de la competición contra el mejor equipo del estado, el Frisco Wakeland. Uno de los compañeros de Pérez, Julio Olivera, le contó las sensaciones dentro del vestuario a un medio local: “Nos dimos cuenta que la vida no te garantiza nada y este juego tampoco está garantizado. El martes pasado pensamos ‘este podría ser nuestro último partido’ y así salimos a jugarlo. Así es como seguiremos jugando. Cualquier partido puede ser el último. Esa es una de las cosas que aprendimos de todo esto”.
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