Piqué: “No nos caigamos”

Hacía mucho tiempo que el Barcelona no perdía. Desde el pasado 3 de octubre en el partido de Liga contra el Sevilla, exactamente. Tuvo que ser en la noche con más emociones de la temporada, por la despedida a Johan Cruyff y por ser un clásico, cuando el equipo azulgrana puso fin a su racha de 39 partidos sin caer, todo un récord.

“No nos caigamos”, pidió Piqué tras acabar el encuentro. Resulta que el central, al igual que el resto del equipo, atendió al liderato en la tabla para mostrar y reclamar tranquilidad: “Estamos en una posición única y tenemos que seguir adelante”. El defensa, además, reconoció que el equipo perdió el control del partido antes de la expulsión de Sergio Ramos y no puso reparos a la derrota: “Podría haber sido un empate o incluso podíamos haber vencido, pero nos han ganado justamente”.

Su compañero en la zaga, Mascherano, se mostró triste por el resultado y coincidió en el análisis: “No fuimos inteligentes para leer los últimos minutos del partido. Necesitábamos posesión, pero permitimos sus transiciones. Controlamos el partido hasta el gol del Madrid”. Del mismo modo, se expresó Busquets, que también admitió que el tramo final del partido fue blanco: “No estuvimos acertados y ellos lo aprovecharon. Tácticamente no hemos estado bien colocados”. Y añadió: “Si antes ya decíamos que había Liga, ahora más”. Pero Mascherano retomó la palabra para posicionarse con el discurso inicial de Piqué, ese que defiende que en lo arriba de la tabla está el Barcelona: “Tenemos que trabajar como hasta la fecha. Eso no tiene que tapar todo lo bueno que hemos hecho hasta ahora”.

Luis Enrique, entrenador azulgrana, reconoció que un empate hubiera sido lo más normal, aunque tampoco quiso dramatizar por la derrota. “No queda otra que levantarse. Este partido ya no existe”. Y dio continuidad al argumento de que no hay nadie por encima en la Liga: “Los líderes somos nosotros. El torneo lo ganará el más regular, y de momento lo somos nosotros”. Pero ya no podrán prolongar la racha de 39 encuentros de invencibilidad. “No caer en este tiempo significa que hemos superado rivales de calidad. Pero esto te enseña que todos los títulos tienen dificultad y máxime cuando juegas con un rival como este”, resolvió, al tiempo que recordó que para él lo único que cuentan son los laureles: “Hay que esperar al final de la temporada para ver lo que hemos conseguido. La racha es elogiable, pero sin títulos, da igual”.

“Una fase de descontrol”

A pesar de la derrota Luis Enrique se mostró contento con el juego del equipo: “El balón ha sido claramente nuestro y hemos hecho una primera mitad muy buena. Pero el fútbol es complejo y caprichoso, y al final, a partir del gol, hemos tenido 10 o 15 minutos en que perdimos control”. Entre otras cosas por la verticalidad y velocidad del rival. “Han buscado las contras y hemos sufrido sus transiciones. El primer gol nos descoloca y nos desorienta”, valoró el asturiano, que remarcó la importancia de los contragolpes en situaciones adversas como la del Madrid, que jugó los últimos 10 minutos con uno menos: “Con transiciones, la superioridad no se ve. Nosotros tenemos muchos jugadores por delante del balón”.

No quiso Luis Enrique atribuir el bajón del equipo a los supuestos problemas físicos del equipo —“a lo largo de la temporada tenemos que jugar en estas circunstancias. Lo aceptamos y competimos con ello”, convino—, del mismo modo, también negó que la entrada de Arda por Rakitic afectara al juego azulgrana: “Turan nos podía dar más llegada y juego entre líneas, pero ha entrado en una fase de descontrol. Hemos perdido balones que no solemos perder”.

A pesar del ambiente emocional y emotivo que se vivió en el Camp Nou, el técnico azulgrana no pareció compungido por perder en la noche de homenaje a Cruyff: “No me genera nada especial. Me hubiera gustado otro resultado, pero el fútbol es así de curioso”.