La paciencia de Samper
El canterano, que se estrena en la Liga, prosigue su fase de crecimiento en el Barcelona
Aunque iba para tenista, como su hermano Jordi (212, de la ATP), Sergi Samper (Barcelona, 1995) siguió los consejos de su abuelo y se fue en dirección a la Ciudad Deportiva del Barcelona. Con seis años aterrizó en la Escola FCB y, tras escalar paso a paso todas las divisiones inferiores del Barça, el sábado se estrenó en la Liga contra el Getafe, después de haber jugado en la Copa, la Champions y viajar hasta el Mundial de Clubes. “Estoy muy feliz”, asegura. “Era la única competición en la que me faltaba jugar”. Del glamour del Camp Nou pasó al barro de la Segunda B. Después de 24 horas de su debut liguero, Gerard López se lo llevo al Camp d’Esports de Lleida, para jugar un rato con el filial, que perdió (2-0).
La temporada pasada tuvo un sabor agridulce para Samper; se estrenó con el primer equipo, pero sufrió como nadie con el descenso del Barça B. “Sergi, como toda su familia, es muy culer”, aseguran en el Barcelona. En el verano, con el Barça privado de inscribir jugadores por la sanción FIFA, el secretario técnico del fútbol formativo profesional, Pep Segura, les pidió a Samper, Grimaldo, Dongou y Adama que permanecieran en el filial para regresar a Segunda A. Pero con el Barça necesitado de dinero en efectivo, en cuanto el Aston Villa puso 12 millones por Adama, el extremo se marchó a Birmingham. Y en el mercado de invierno, Grimaldo y Dongou no dudaron en emigrar al Benfica y el Zaragoza respectivamente. A Samper le tantearon desde la Premier, pero optó por quedarse. “El sueño de Sergi es jugar en el Barça”, afirman desde el entorno del futbolista.
Desde que Luis Enrique se sentó en el banquillo del Camp Nou, nueve canteranos se estrenaron con el primer equipo: Munir, Sandro, Ié, Masip, Halilovic, Gumbau, Kaptoum, Cantalapiedra y Samper. Pero para Samper la transición entre el Miniestadi y el Camp Nou se convirtió en una encrucijada. “El nuevo estilo de juego del filial no beneficia al fútbol de Sergi. Sufre cuando el balón no pasa por sus botas”, explican desde la Ciudad Deportiva. El llamado a ser el guardián del 4 azulgrana, en el filial de López juega tanto de pivote como de interior. Y Luis Enrique se acuerda de él con cuentagotas, incluso al inicio de curso estuvo por detrás de Gumbau.
El contrato de Samper finaliza en 2017 y su cláusula es de 12 millones. En el Barça aseguran que le ofrecerán la renovación y que el año que viene pasará a jugar en el Camp Nou. La Premier, sin embargo, lo busca y la cesión es una opción si se atiende al plantel de centrocampistas de Luis Enrique: Iniesta, Arda, Busquets, Sergi Roberto, Rafinha, Rakitic y seguramente Denis Suárez. “Yo estoy para lo que el míster necesite”, responde Samper, consciente de lo que tardaron en asentarse en el Camp Nou futbolistas de la trascendencia de Iniesta, Xavi o Sergi Roberto, el último ejemplo a seguir para la cantera de la Masia.
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