Van Garderen parte con ventaja en la Tirreno-Adriático
Una contrarreloj por equipos poco brillante del Movistar deja a Valverde a 29s del norteamericano
El Movistar, que en los últimos años se había acercado a la excelencia en las contrarreloj por equipos, no tuvo una actuación muy lucida en la primera prueba del año y en apenas 23 kilómetros de las largas rectas planísimas del Lido de Camaiore, en la costa toscana, cedió 29s al BMC. Comienza así la Tirreno-Adriático Alejandro Valverde con una desventaja el doble de la esperada con el ciclista de Montana Tejay van Garderen, líder del BMC y uno de los favoritos para la victoria final. Con el escalador francés Thibaut Pinot, del sorprendente FDJ, el retraso del murciano es de 20s y de 14s con el italiano del Astana Vincenzo Nibali. Solo con el Cannondale de Rigoberto Urán, que sufrió una aparatosa caída junto a varios de sus compañeros y perdió 2m 3s, consiguieron todos los favoritos una ventaja importante. El otro equipo español, el navarro Caja Rural, terminó a 1m 41s del BMC.
“Deberíamos haber estado en los tiempos del Astana”, señaló el mánager del Movistar, Eusebio Unzue, quien precisó que en la primera parte su equipo (Amador, Dowsett, Dani Moreno, Oliveira, Sutherland, Sütterlin y Visconti, aparte de Valverde) sufrió cierta falta de coordinación por la entrada de nuevos corredores en una mecánica muy bien engrasada. En los primeros 9,5 kilómetros, el Movistar perdió 22s; en los 13 restantes, solo 7s.
Menos montañosa que en 2015, la edición de Nairo Quintana en la nieve del Terminillo, la Tirreno-Adriático 2016, tendrá su etapa reina el domingo, con el ascenso final al monte San Vicino, en Matelica, 48 horas antes del final de la prueba. Antes, este jueves, Valverde tendrá oportunidad de reparación con el empinado final de la segunda etapa en Pomarance, donde Ulissi, Chaves y Sagan serán sus grandes rivales para el triunfo parcial.
El primer líder de la carrera, el italiano Daniel Oss, recordó emocionado a su compatriota, y compañero de Valverde en el Movistar, Adriano Malori, quien hace un año celebraba la victoria en la contrarreloj individual de la carrera de los dos mares y este se recupera con un duro trabajo de rehabilitación de la caída que sufrió hace mes y medio en el Tour de San Luis, en Argentina. Los enfermeros del centro especializado de Navarra en el que se recupera el italiano están asombrados de su capacidad de sufrimiento y de su fuerza de voluntad para superar dolorosas sesiones de hasta seis horas diarias. Animado por un deseo tremendo de volver a subirse sobre una bicicleta, Malori, que sufrió un fuerte traumatismo craneal, quema las etapas, como pudo comprobar hace unos días su excompañero Pablo Lastras, uno que pasó varios meses de rehabilitación en Pamplona el año pasado y que, tras pasar una revisión de su fractura de cadera, invitó a Malori a comer.
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