La liga de fútbol de Estados Unidos arranca la temporada buscando su madurez
La MLS empieza este domingo con más estrellas que nunca. Gerrard, Lampard, Dos Santos, Villa y Pirlo hablan del momento de optimismo que vive el fútbol norteamericano
“Me encanta todo”. Así se presentaba ante la prensa Frank Lampard el mes pasado en Los Ángeles durante la presentación a los medios de la nueva temporada de la liga de fútbol de Estados Unidos (MLS, Major League Soccer). Lampard y el resto de estrellas europeas que han desembarcado en EE UU en un número sin precedentes citaban el nivel de la competición y la calidad de vida para defender su decisión de venir a jugar a una liga que apenas tiene 21 años y que, desde Europa, se mira por encima del hombro y se considera que el jugador que viene aquí es porque ha dado por finalizada su carrera.
La MLS arranca este domingo consolidada con 20 equipos y con la convicción de que está a punto de madurar y convertirse en una referencia. Es un momento optimista y así lo dejaron claro las estrellas de esta liga que atendieron a la prensa aquel día. “En calidad esta liga se está acercando a la Premier, que es la mejor liga del mundo”, continuaba Lampard, en el New York FC. “En la Premier solo hay cuatro equipos que puedan ganar el título. Aquí todo el mundo aspira al título”.
“Para todo el mundo está claro que esta liga está creciendo”, decía el brasileño Kaká, del Orlando City. “Los números de la temporada pasada fueron impresionantes. Esta liga crece en todos los sentidos y va a crecer en tácticas también”. Los jugadores extranjeros destacaban la competitividad de la MLS como uno de sus grandes alicientes. “Si el Madrid juega contra el último de la tabla, va a ganar el 90% de las veces. Aquí el primero juega contra el último y las apuestas están al 50%”, destacaba Kaká.
“Aquí se habla mucho más de fútbol que de lo que pasa alrededor del fútbol y eso es bueno”, destacaba el español David Villa. “La presión es la misma. Veo la misma expectación que en Europa, incluso en algunos partidos mucho más. La liga es muy competitiva y la diferencia entre los equipos es mínima”.
Adrea Pirlo, que también se ha incorporado al equipo neoyorkino, decía: “No me esperaba que el nivel fuera tan alto. Es una liga muy competitiva y estoy muy contento de haber dado este paso”. Para Pirlo, la liga debe mejorar en táctica. “Esta liga es muy fuerte físicamente. Si se refuerza tácticamente va a crecer mucho”. Destacaba, además, como los veteranos europeos están también ayudando a formar a jugadores jóvenes norteamericanos con los que comparten equipo.
Steven Gerrard, recién fichado por el LA Galaxy y que va a compartir equipo con Robbie Keane, Nigel De Jong, Ashley Cole y Giovani Dos Santos, decía que esta liga “solo puede crecer y crecer, dentro de cinco años no cabremos en el edificio” donde se hicieron las entrevistas. Su compañero Dos Santos es una rareza en este grupo ya que se mudó a Los Ángeles con 26 años, en mitad de su carrera, en contraste con la imagen de que las estrellas vienen a la MLS en su ocaso. “Me encontré una liga muy competitiva con jugadores de mucha calidad. No es fácil de jugar”. Frente a la percepción en Europa de que la MLS es una competición de retiro de estrellas, la liga responde que la edad media de los fichajes de este año es de 26 años.
En la historia de la MLS hay un parteaguas que fue la llegada a Los Ángeles de David Beckham. El mediocampista inglés, seguramente el jugador con más tirón comercial de la historia, dejó el Real Madrid en 2007 para jugar con el LA Galaxy. “Beckham fue fundamental”, comentaba en enero a EL PAÍS el entrenador de los Galaxy, Bruce Arena. “Era una celebridad global y trajo atención a nuestra liga y a nuestro club”.
Uno de los factores que más destacan las grandes estrellas europeas que se han mudado a EE UU es que han encontrado una calidad de vida que no han conocido en el resto de su carrera en Europa. Raúl González o Thierry Henry, por ejemplo, siguen viviendo en Nueva York, donde disfrutan de una privacidad que no pueden tener en casa. Kaká se declara encantado de vivir en Orlando, donde visita Disneyworld sin parar. Pirlo se ha instalado en “una zona tranquila de Manhattan”. David Villa dice que su familia “está feliz” en la gran manzana. “Soy muy afortunado de poder vivir en una ciudad fantástica gracias al fútbol”. Ashley Cole dijo cuando fichó por el Galaxy que estaba deseando vivir en la playa. Beckham, además, presumió especialmente de lo relajada que era su vida en Los Ángeles comparado con Manchester o Madrid, y eso que era muy conocido en EE UU.
La MLS es un negocio controlado por los propios clubes, explica por teléfono desde Nueva York el español Alfonso Mondelo, director deportivo de la MLS y vinculado a esta competición desde hace 18 años. Y esos clubes tienen “una estrategia de convertir esta liga en una de las grandes ligas del mundo en los próximos seis a ocho años”. Dentro de esa estrategia, una de las claves es “traer jugadores que ayuden en la proyección internacional y además eleven el nivel”.
Algunos jugadores europeos, acostumbrados a las cifras mareantes de los contratos en las viejas ligas del continente, afirman que para que la MLS pueda competir de tú a tú con la Premier o La Liga debe poder fichar a quien quiera y para eso debería cambiar sus normas de contratación. En la MLS hay un tope salarial, como en las otras ligas profesionales de EE UU. El tope es de tres millones de dólares en sueldo directo para toda la plantilla. El sueldo medio anual de un jugador se sitúa entre 150.000 y 200.000 dólares al año. Cada equipo solo puede tener tres jugadores que se pasen del límite y cuyo sueldo no computa para el total.
El sistema de límite salarial garantiza el equilibrio en la competición, que es un valor muy importante en el deporte profesional norteamericano, parte de la ideología deportiva del país. No hay un Madrid o un Barcelona que se turnen en el campeonato. Hay equipos más ricos y equipos más pobres, pero el sistema da ventajas a los equipos peor clasificados, intentando que cada año sea una tabla rasa en la que todos tienen posibilidades razonables de estar en los play off al final. “De un año a otro, un equipo puede quedar el último y al año siguiente pelear por el título”, explica Mondelo. “Esta liga no va a crecer a golpe de talonario”, afirma Mondelo. “Esta liga va a ser tan fuerte como el equipo más débil que tengamos. Vamos a subir todos juntos según vayan subiendo los ingresos por taquilla y los derechos televisivos. Esa es la estrategia a largo plazo”.
Pirlo opina lo contrario. “Hay muchos jugadores que quieren venir pero es difícil con las actuales restricciones”, decía a la prensa el mes pasado. Tienen que cambiar las reglas, hacer posible comprar jugadores de cualquier parte y pagarles lo que sea necesario. Esa es la manera de competir”.
En la MLS miran el censo de Estados Unidos, hacen números, y están convencidos de que les espera un futuro brillante. “En 1974 teníamos que ver el fútbol en circuito cerrado, no lo daba ninguna televisión”, recuerda Mondelo. “En los 90 empezó a darlo la televisión latina. Había que ir a un bar y pelearte con los aficionados de béisbol para ponerlo en la tele. En el último Mundial (2014) hemos visto los bares de Estados Unidos abarrotados con la selección. La demografía de este país está cambiando. La generación entre 12 y 30 años ya ve más fútbol que béisbol. Esa es nuestra afición”.
Las nuevas estrellas de la MLS que arranca este domingo recomiendan esta liga para los miles de jóvenes que tratan de entrar en la élite del fútbol europeo, en lugar de pelear en los equipos B esperando una oportunidad. Esos jóvenes pueden hacer el camino inverso, crecer en la MLS y llegar a Europa ya formados. “Si tienen la oportunidad de venir aquí es un gran lugar para mejorar. Puedes disfrutar. Esta liga no es para retirarse. Puedes funcionar bien aquí y luego irte a Europa”. Algo parecido veía Lampard. “Desde luego que les recomiendo venir. A cualquiera que tenga 17 o 18 años y esté intentando entrar en el Liverpool, ven a jugar en un sitio donde te valoran, donde tienes mucha competencia y es un país con mucha cultura. Ven a jugar, ten progresión, juega delante de 20.000 o 25.000 personas y disfruta. Podemos ser los líderes en traer a esos jóvenes jugadores”.
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