La academia de Valentino Rossi, el rancho de Yamaha
La marca japonesa refuerza sus lazos con Rossi y se asocia con la VR46 Riders Academy mientras Lorenzo espera su renovación
A alguno de sus pupilos se lo encuentra, a veces, sentado a la mesa de conferencias, el sábado, porque ha logrado la pole. Y se enorgullece tanto que el susodicho enrojece a morir. A todos les da algún recado de vez en cuando, antes de salir a la pista, o va a felicitarles si les ha ido bien el domingo y acaban en lo alto del podio, donde acabó Fenati en Le Mans o Antonelli en Brno y Motegi. Valentino Rossi se rodea de chavales en el circuito porque cuando no compite también anda a dos ruedas. Y esto, cree su entorno, le hace seguir siendo competitivo. Se entrena con ellos día sí, día también. Y como aquello de compartir su sabiduría se había convertido en norma decidió montar una academia de pilotos, ponerle nombre, logo y montar una empresa, otra. Porque hace ya mucho que es una suerte de empresario-piloto.
La VR46 Riders Academy, que tiene en el Doctor a su socio fundador e instructor al mismo tiempo, con sede en Tavullia, donde reside Rossi, y cuya actividad se desarrolla básicamente en el Ranch propiedad del nueve veces campeón del mundo, una pista (situada a cuatro kilómetros del pueblo) a medio camino entre el motocross y el dirt-track, dio ayer un paso más hacia su profesionalización: firmó un acuerdo de colaboración por tres años con Yamaha Motor Company por el que la fábrica se convierte en socia del piloto y suministradora del material de la escuela.
Los 11 pilotos que integran la Academy —tres de ellos compiten en los campeonatos italiano y español de velocidad, el resto en el campeonato del mundo, en Moto2 y Moto3— dispondrán de 26 Yamaha R-Series y YZ Series, modelos para asfalto y tierra, respectivamente, para entrenarse en el Ranch y en el circuito de Misano, con el que Rossi cerró un acuerdo el año pasado para que la Academy pudiera usarlo como pista de entrenamientos privados.
Además, asegura la nota de la fábrica de Iwata, Yamaha “seguirá el rendimiento y evolución de los pilotos de la Academy desde sus primeros años, les apoyará, contribuirá a su proceso educativo, les dará conocimientos de relaciones públicas, promoción... en tanto que espera que estos jóvenes pilotos de hoy acaben siendo los pilotos de fábrica del futuro”. La casa japonesa organizará, también, unas jornadas de entrenamientos de dos días con un grupo de pilotos asiáticos que podrán disfrutar del Ranch y de Rossi.
Los 11 pilotos de la Academy no pagan ni un euro por su formación
Hace tiempo que el piloto italiano observó que la cantera nacional cojeaba, que no parecía haber talentos emergentes dispuestos a jubilarle, y que el campeonato nacional de velocidad (CIV) no podía competir con el español (CEV), que ha acabado convirtiéndose, de facto finalmente (ahora es el Mundial Junior de Moto3), en el trampolín hacia el mundial de motociclismo.
Por eso montó en el 2014 su propia escuela de pilotos. Por eso creó, también, su propio equipo, con la ayuda y el patrocinio de Sky, la plataforma de televisión que tiene los derechos del mundial en Italia. Y tiene a su equipo júnior compitiendo en España, en el CEV (Foggia y Bezzechi) y al otro, una estructura de hasta tres pilotos este 2016 (Fenati, Migno y Bulega), en el mundial de Moto3, donde también compiten Antonelli y Bagnaia, dos de las promesas de la categoría. En Moto2, con acuerdos con diversos equipos de la categoría intermedia: su hermano Luca Marini, y otras dos de las promesas italianas: Baldassarri y Morbidelli. Sólo uno, el más menudo de la Academy, todavía un desconocido del gran público, Celestino Vietti, de 14 años y campeón de la categoría de preMoto3 del CIV el año pasado, seguirá compitiendo en Italia.
Formar parte de este exclusivo grupo de pilotos no significa solamente echarse unas risas con Rossi y poder decir a tus amigos que te entrenas con tu ídolo. Los 11 pilotos de la Academy no pagan ni un euro por su formación, que implica trabajo físico en el gimnasio, con la moto en el Ranch y en Misano, controles médicos y de la alimentación... durante los doce meses del año. Los consejos de Rossi en los circuitos también son gratuitos.
Los honorarios
¿Dónde está el pero? La letra pequeña del contrato dice que el día que alguno de estos pilotos firme un contrato importante con un gran equipo, se supone que cuando debuten, si lo hacen, en MotoGP, deberán revertir a la VR46 Academy parte de lo invertido. El contrato estipula esos honorarios con un porcentaje que, explican desde VR46 Racing, “es confidencial”. Pero, aseguran, en cualquier caso “esa cantidad de dinero se utilizará exclusivamente por la Riders Academy para reinvertirlo en los nuevos talentos que se entrenen en la escuela”.
Un formato novedoso para una escuela sin parangón, con un profesor de indudables conocimientos y carisma, con unas instalaciones inigualables y, desde ahora, una de las mejores fábricas cubriéndole las espaldas. Con el acuerdo que se hizo público ayer Yamaha refuerza sus lazos con Rossi, o viceversa, pues ya logró aquel firmar hace menos de un mes otro contrato para comercializar la mercadotecnia de Yamaha. Mientras, Lorenzo, que sigue siendo el campeón del mundo, que sigue siendo su rival en la pista, espera su renovación. Lanzó un envite a los japoneses. Se ofreció. Quiere seguir. Pero su fábrica, la de Rossi, por ahora está en otras cosas.
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