Ayón, el titán de la Copa

En el Madrid pentacampeón de la temporada pasada hasta cuatro jugadores distintos se repartieron los MVP’s de las conquistas: Llull acaparó tres (el de la Supercopa, el de la final de Liga y el de la Intercontinental), Rudy Fernández se apuntó el de la Copa de Gran Canaria, Nocioni ganó el de la Final Four de la Euroliga, y Felipe Reyes se apuntó el de la Liga Regular. La rotación en el galardón individual acreditó el protagonismo gremial de una plantilla cargada de piezas que son a la vez útiles e importantes. En A Coruña, Gustavo Ayón se sumó al carrusel de premios con el trofeo al más valioso de la Copa tras firmar una media de 13,7 puntos, 6,3 rebotes y 20,3 puntos de valoración. “No sé si es mi mejor momento pero lo estoy disfrutando. La exigencia de este club es estar siempre al 100% y cuando no lo estás apoyar y apoyarte en tus compañeros”, explicó el mexicano tras alzar el título.

“Le vi en el Fuenlabrada hace unos años y ya dije: ‘Este tío va a ser un crack’. Su crecimiento ha sido increíble. Cuando volvió a España le tocó recuperar las sensaciones que perdió en la NBA, pero a partir de ahí su progresión ha sido constante y su integración excelente. Todos le valoramos mucho”, analizó Laso en su felicitación, resumiendo la trayectoria del pívot. En 2012, Ayón se convirtió en jugador del Barça cuando negociaba con el Madrid y, dos años después, sin haber llegado a vestir de azulgrana rompió su compromiso con el conjunto de Xavi Pascual para presentarse como la última pieza del cuarto proyecto de Laso, el que acabó ganándolo todo. Tras solventar su laberíntico puente aéreo, el Titán de Nayarit se erigió en uno de los pilares madridistas en el tercer asalto de los blancos a la Euroliga. “No me equivoqué fichando por el Madrid”, reivindicó el mexicano, de 2,06m y 31, cuando posó con su nueva camiseta. “Vienen cosas buenas”, apuntó visionario hace un año.

“Es un premio muy merecido. Ha hecho un torneo muy bueno y está haciendo una temporada increíble. Se lo merece por lo gran chaval que es y por lo trabajador que es”, resumió Felipe Reyes en su valoración del MVP para Ayón. “Ha estado soberbio durante todo el torneo, en ataque y, sobre todo en defensa. Cubre muchos huecos y domina la zona siempre. Me entiendo muy bien con él”, sumó El Chacho.

“Gustavo es un titán y en esta Copa estuvo tremendo. Muy fuerte y muy duro bajo los tableros. Es una persona que nos da un plus por su movilidad. Defiende muy bien a pívots grandes y chicos y eso es un extra”, completó Nocioni en la lista de elogios para Ayón. Desde la llegada de Laso al banquillo madridista, el mexicano fue siempre una de las prioridades del técnico en su lista de refuerzos. A punto estuvo de ficharlo en 2012, pero aquel verano renovó por un curso con los Orlando Magic y en octubre de ese año el Barça se adelantó al Madrid y se hizo con los derechos del jugador en Europa tras pagar 60.000 euros al Fuenlabrada, asumiendo además la mitad de la cláusula de indemnización (290.000 euros) que el jugador le debía al conjunto madrileño tras su marcha a la NBA. No le salió bien la aventura estadounidense y años después la historia cambió de colores. “Es un referente. Tiene mucha polivalencia por dentro, puede defender interior-exterior, anota cerca de la canasta y se mueve rápido. Combina con todos. Siempre destacó por su calidad y su lucha”, analiza Laso.

El espíritu indomable de Ayón creció en una humilde familia de labradores de Zapotán, en el estado de Nayarit. Trabajó en el campo hasta que con 15 años salió de su pueblo natal para hacer carrera. Tras coquetear con el voleibol en su etapa universitaria, sus cualidades le llevaron a fajarse bajo los aros cuando ya cumplía los 18 años. En 2006, con 21, se convirtió en profesional y su proyección en los Halcones de Xalapa le llevó a Europa en apenas dos temporadas.

Llegó a Fuenlabrada en abril de 2009 y en solo tres partidos apuntó sus cualidades para hacer carrera en la ACB, pero el conjunto madrileño decidió foguearlo hasta completar su formación. Pasó por el Marinos de Anzoategui, venezolano, por el Illescas en la Adecco Plata y por el Tenerife en LEB Oro hasta regresar al conjunto del sur de Madrid. Le bastó una temporada, la 2010-2011, para convertirse en jugador revelación de la ACB por delante de Mirotic. Decidió entonces hacer las Américas.

En la NBA buscó un hueco sin éxito en Nueva Orleans, Orlando, Milwaukee y Atlanta, con 4,7 puntos y 4,4 rebotes de media en los 138 partidos que disputó hasta convertirse en agente libre. Sus hombros se convirtieron en su talón de Aquiles. En febrero de 2014 fue operado del derecho y aceleró su recuperación acortando el parte de baja de seis a cuatro meses para no perderse el regreso de México a un Mundial 40 años despu´s. En la cita disputada en España promedió 17,6 puntos y 7,6 rebotes, pero el Barcelona desconfió de su estado físico y le dio vía libre para marcharse al eterno rival. "Vine a aportar agresividad en la defensa de los grandes, a defender el pick and roll y a complementar el potencial ofensivo del equipo", resume el MVP de la Copa, el titán que ha hormigonado el juego interior del Madrid.