Los otros tropiezos de Carlos Sainz
Del atropello de la oveja en 1997 al barranco por el que se precipitó su coche en el Dakar 2009, pasando por el "¡Trata de arrancarlo!" de su etapa en el Mundial de rallies
Carlos Sainz afrontaba la décima etapa como líder de la prueba. El piloto español logró consumar la remontada y arrebatarle la primera posición al francés Stéphane Peterhansel. Pero la desgracia ha vuelto a cruzarse por enésima vez con el madrileño, al que la alegría no le ha durado ni 24 horas. Lo ha hecho exactamente hasta el kilómetro 174 de la décima jornada cuando, tras rehacerse de un pinchazo, quedó encallado y rompió la carcasa de la caja de cambios de su vehículo.
El contratiempo detuvo el Peugeot de Carlos Sainz, que estaba a la espera del camión de asistencia para intentar arreglar la avería y finalizar la etapa antes de ser remolcado o abandonar definitivamente. Sea como sea, el piloto de 53 años ha perdido toda opción de alzarse con un Dakar en el que era uno de los principales favoritos. Estas han sido algunas de las desgracias que ha vivido Carlos Sainz durante su carrera como piloto.
Una oveja le deja sin etapa
Rally de Nueva Zelanda del año 1997. Apenas comenzada la etapa, Carlos Sainz y su Ford Escort atropellaron a una oveja a más 180 kilómetros por hora. El animal, que se cruzó en el camino del piloto, le hizo perder minuto y medio y dejó a Sainz sin posibilidades de lograr la victoria de etapa y le hizo perder cuatro puntos vitales en un Mundial en el que iba segundo –terminó la etapa en el mismo puesto- y en el que tuvo que terminar confirmándose con la tercera posición.
El accidente pilló por sorpresa a su copiloto, Luis Moya, que reaccionó de forma espontánea. “¡Hostias…la oveja!”, exclamó. "Es increíble lo que nos ha pasado esta vez", se lamentó entonces Sainz, y añadió: "Fue imposible esquivarla, circulábamos a 181 kilómetros por hora y nos la encontramos en medio de la pista".
“¡Trata de arrancarlo Carlos!”
Sin duda el episodio más dramático en la carrera de Carlos Sainz. Nos remontamos al 24 de noviembre del año 1998. Última prueba del Mundial de rallies en Inglaterra y tan solo 400 metros separaban a Carlos Sainz de alzarse con su tercer título mundial. Lo iba a hacer junto a Luis Moya, su copiloto, cuando su Toyota Corolla dijo basta a escasos metros de la línea de meta debido a una fuga de aceite.
Ambos, tanto Carlos como su copiloto, se bajaron del coche para tratar de poner solución a la avería. La desesperación era tal que Moya, que veía como se escapaba el título, pidió a gritos a Sainz intentar arrancar su Toyota: “¡Trata de arrancarlo!, ¡Trata de arrancarlo Carlos, trata de arrancarlo!, ¡Trata de arrancarlo por Dios!”, exclamó el copiloto, cuya frustración fue aumentando a medida que veía que no había solución posible.
Un barranco y adiós Dakar
La penúltima desgracia dejó a Carlos Sainz fuera del Dakar en el año 2009. Al igual que en esta ocasión, el madrileño era líder en la categoría de coches a los mandos de un Volkswagen, cuando a tres jornadas para el final se cayó por un barranco de cuatro metros en el kilómetro 79 de la especial del día. Sainz y su copiloto, Michel Perin, que resultó herido, fueron rescatados en helicóptero al parque de asistencia en Fiambalá, Argentina.
"Esto no es normal, ¿Cómo es posible?" se preguntaba Sainz en inglés tras sufrir uno de los tantos incidentes que han marcado la carrera del bicampeón del mundo de rallies en 1990 y 1992 y del Dakar hace tan solo seis años, en 2010.
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