El Celta aplasta al Cádiz
Los de Berizzo, con doblete de Guidetti, pasan por encima de un rival muy blando, que apenas opuso resistencia
No tuvo excesivos problemas el Celta para acariciar los cuartos de final de la Copa. El conjunto gallego fue muy superior a un Cádiz sin puntería, que jugó 20 minutos aceptables y luego se perdió, sin continuidad ni empaque en su juego, con una defensa muy débil. El Celta, con algunos suplentes, no dio la mínima posibilidad a la sorpresa, pudiendo lograr un resultado de auténtico escándalo. Tuvo una virtud incuestionable el equipo de Berizzo. Se tomó el partido muy en serio, lo que le garantizó el excelente resultado. El partido tuvo poca historia y acabó con Güiza jugando unos minutos. Una anécdota en un duelo dominado a placer por el Celta, que se puede tomar la vuelta como un auténtico trámite.
La Copa perdió algo de su mística en Cádiz, donde el Madrid incurrió en alineación indebida en la pasada eliminatoria para que los andaluces siguieran adelante. El ambiente no fue el mismo en el Ramón de Carranza, resignado a un enfrentamiento con el Celta que solo podía traer malas noticias, pues en lo deportivo el conjunto gallego es muy superior y el emparejamiento, además, carecía del boato de un choque con un grande de Liga.
CÁDIZ, 0-CELTA, 3
Cádiz: Ballesté; Luis Pávez, Aridane, Josete, Andrés; David Sánchez, Mantecón (Álvaro, m. 57); Salvi, Quintana, Fran Machado (Abel, m. 75); y Lolo Plá (Güiza, m. 78). No utilizados: Cifuentes; y Servando.
Celta: Rubén Blanco; Jonny, Cabral (Hugo Mallo, m. 46), Sergi Gómez, Planas; Radoja (Wass, m. 75), Borja Fernández; Madinda, Orellana (Señé, m. 60), Drazic; y Guidetti. No utilizados: Sergio; y Aspas.
Goles: 0-1. M. 25. Guidetti. 0-2. M. 58. Jonny. 0-3. M. 79. Guidetti.
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Andrés.
Ramón de Carranza. Unos 12.000 espectadores.
No obstante, el Cádiz, mostró una buena imagen en el inicio del choque. Reforzado con fichajes como el de David Sánchez, los de Claudio jugaron con desparpajo y soltura, dominando a un Celta donde Berizzo dio descanso a alguno de sus titulares, caso de Aspas. El Cádiz tocó bien el balón, llegando al área gallega, pero le faltó pegada. El típico problema que acecha a los equipos de categoría inferior cuando se enfrentan a un rival de superior jerarquía. Ni Salvi ni Quintana estuvieron certeros ante Rubén en dos acercamientos con peligro del Cádiz. El Celta, dominado, apenas daba señales de vida.
Con el encuentro controlado, los andaluces cometieron un error garrafal en la salida del balón. Orellana demostró su calidad con un toque dejó solo a Guidetti. El sueco, una roca, marcó con un disparo al que Ballesté ofreció poca respuesta. Mal colocado, el meta le facilitó el camino del gol al atacante del Celta, que justificó así la confianza que depositó en él Berizzo.
La falta de fuerzas fue menguando al Cádiz en la segunda parte, con la afición algo enfadada por el bajo rendimiento de su equipo. También se fue enfadado con su entrenador Mantecón, tras el cambio del veterano centrocampista, y el Celta, sin pisar el acelerador, fue consolidando su dominio. Una gran combinación entre Guidetti y Orellana acabó con un disparo del chileno que estuvo a punto de ser el segundo tanto. Sí llego el segundo en un disparo de Jonny desde fuera del área que tocó en un defensa del Cádiz para despistar a Ballesté. Berizzo, entonces, lo vio tan claro que mandó a Orellana, su pieza más preciada, a la ducha. Su equipo había cumplido con creces para asegurarse, prácticamente, una plaza entre los ocho mejores de la Copa. Guidetti, que no paró, hizo el tercero mientras Güiza entraba en el campo. Un mundo separa a ambos delanteros, como un universo a los dos equipos.
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