El escaparate de la Premier
Tres jornadas en una semana navideña pondrán bajo examen a un líder inesperado, el Leicester, y a los problemas de casi todos los equipos grandes
La Navidad es tiempo de Premier League, competición que ha sabido explotar como pocas la sequía deportiva de estas fechas para ponerse en el escaparate. Apenas la NBA, que no para y acostumbra señalar para el día 25 partidos significativos, o el final de la temporada regular en el fútbol americano compiten en estas fechas a nivel global con la liga inglesa de fútbol, que entre el día 26 y el 2 de enero dilucidará tres jornadas. Lo hará además en un tramo marcado por una singularidad: casi todos los equipos que partían en agosto como favoritos al título atraviesan significativas crisis.
La situación es tal que el Leicester no sólo es líder sino que ha pasado en las apuestas de pagarse en verano 5.000 libras por cada euro apostado si quedaba campeón a abonarse tan solo diez a quien crea en él. “No tenemos ninguna presión. Es toda para los clubes grandes”, apunta Claudio Ranieri, técnico de un equipo que hoy tiene 38 puntos después de perder un único partido y el año pasado a estas alturas tenía diez tras haber ganado tan sólo dos, y estaba cinco puntos por debajo del listón de la permanencia.
“Aquello sí que debía ser presión”, apostilla el italiano, que entonces acababa de ser destituido como seleccionador de Grecia. “Seguiremos luchando. Creo que no estamos preparados para ser campeones, pero el fútbol es un deporte fantástico justamente porque al final puede que no tenga razón y los mejores equipos no siempre son los que ganan”, reflexiona.
El cuento de hadas del Leicester se puede calibrar con un dato: entre dos de sus futbolistas, Vardy y Mahrez, han anotado por ahora más tantos (28) que quince equipos, entre ellos el multimillonario Manchester United, que apenas lleva 22. Son además los dos máximos goleadores en una relación en la que les siguen Lukaku, del Everton, un descarte del Chelsea en el que su delantero titular Diego Costa apenas ha visto puerta tres veces; el nigeriano Ighalo, hoy en el Watford cedido por el Udinese y antes destinado a Granada, y el tantas veces denostado Giroud, punta del Arsenal. En esta inesperada, por tantas cosas, Premier League son precisamente los gunners quienes ofrecen más certezas. A dos puntos del líder, cuatro sobre el Manchester City y siete por encima del United, no es descabellado señalarles a estas alturas como principales favoritos al título. “Es pronto todavía, pero victorias como esta nos invitan a pensar que tenemos algo que decir”, señaló el técnico Arsene Wenger tras derrotar al City el pasado lunes.
El Arsenal es el único grande que a estas alturas parece libre de culpa. Pasó por lo suyo, por un mal inicio y una leve crisis de resultados a finales de noviembre, pero no se ha caído como otros. El Manchester City penó por las ausencias de David Silva y Sergio Agüero, que ya están de vuelta pero no a su mejor nivel.
Van Gaal, en el alambre
Y las especulaciones sobre la posible llegada de Pep Guardiola le tienen fuera de debates meramente futbolísticos. “Para mí no es difícil perder la concentración porque estamos vivos y con posibilidades en todas las competiciones”, zanja su entrenador Manuel Pellegrini, que ve cómo en la acera de enfrente todavía hay más problemas, con Louis van Gaal a punto de caer y la posibilidad cada vez más creciente de que José Mourinho sea su sucesor. Ayer varios medios ingleses apuntaron que el hasta hace poco entrenador del Chelsea ya le ha hecho saber al club de Old Trafford que no tendría inconveniente en hacerse ya mismo con el equipo.
El United se desplaza en el Boxing Day del sábado a Stoke para abrir la jornada contra el equipo que dirige Mark Hughes, tantos años diablo rojo, quién sabe si verdugo del veterano entrenador holandés. Dos días después, Old Trafford recibirá al Chelsea, para el que ya trabaja Guus Hiddink en un intento de levantarlo del suelo en el que se quedó tras la marcha de Mourinho.
Los desastres de los demás arrojan un halo de esperanza sobre el futuro de los blues, a los que el portugués descartó para llegar a la cuarta plaza, pero que se encuentran a once puntos de ella con más de media liga por jugar. Hoy tienen 18 puntos y hace un año 42. Entonces distanciaban en trece puntos al quinto clasificado.
Los fallos de los grandes han equilibrado las diferencias en la tabla y no solo el Leicester se codea con ellos sino que el Crystal Palace, el Watford o el West Ham se han estabilizado en torno a los puestos que dan acceso a Europa. “Es una gran noticia, para una competición que es ejemplo en toda Europa, que haya ese nivel y ese rendimiento en equipos como el nuestro”, valoró Quique Sánchez Flores tras golear con su meritorio Watford la pasada jornada al Liverpool, otro gigante que no levanta cabeza ni con Jurgen Klopp en su bnauqillo. Sánchez Flores dirige al mejor recién ascendido a estas alturas en los últimos diez años.
Özil lanza al Arsenal
No dispone de Alexis Sánchez, que lleva un mes de baja y no regresará al menos hasta el próximo 12 de enero. Tampoco está disponible Santi Cazorla, al que se espera de vuelta en primavera, pero quien ha dado un paso adelante en el Arsenal es el mejor Mesut Özil, autor de los pases que valieron el lunes sendos goles ante el Manchester City. El que fue mediapunta del Real Madrid lleva 15 asistencias en 17 jornadas. “Ve cosas sobre el césped que nadie más aprecia”, resume sobre él su compañero Theo Walcott. Si se mira hacia las grandes ligas europeas se percibe la dimensión del actual Özil. En España la tabla de pasadores la lidera Gareth Bale con seis; Di María y Douglas Costa mandan en Francia y Alemania con nueve y el milanista Bonaventura en Italia con seis. La campaña pasada, en la Premier, el líder final fue Cesc Fàbregas con 17, apenas dos más de las que lleva el alemán.
Pero Özil lidera a un Arsenal que ha mejorado en otras facetas. Por ejemplo atrás y adelante, asignaturas tanto tiempo entre alfileres. En la zaga se han consolidado los dos laterales españoles, Bellerín y Monreal, y la llegada de Cech a la meta le ha dado el peso en esa posición del que carecía desde el primer adiós de Jens Lehmann hace ocho años. Nadie recibe menos goles que el Arsenal, que además disfruta del mejor momento de Olivier Giroud, un delantero en permanente sospecha que ya suma 10 tantos. “Podemos conquistar la Liga”, reivindica Özil. Por ahora le han ganado a los dos equipos de Manchester y son el único conjunto que superó al intratable Leicester. En la próxima semana les espera una salida inicial a Southampton y dos duelos como locales contra Bournemouth y Newcastle. Y Wenger anuncia su intención de adquirir refuerzos en enero.
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