Denis Suárez da color al Villarreal

Denis Suárez dio color al ejercicio profesional del Villarreal en Anoeta. Dos goles del jugador gallego concedieron al conjunto de Marcelino una victoria que refrenda las aspiraciones del club de Roig que en los últimos cuatro partidos como visitante no había anotado ni un gol y cosechado solo un empate. Con buen pie en el primer acto y con aplicación defensiva en el segundo periodo, el Villarreal superó a la Real Sociedad, mejorada con Eusebio en el banquillo. El conjunto donostiarra dio una buena imagen y cuestionó los tres puntos al equipo castellonense en los segundos 45 minutos en los que obligó al Villarreal a refugiarse en torno a Aréola, bien escoltado por su defensa, impecable durante todo el partido.

Con ritmo, sensibilidad y toque iniciaron el choque Real Sociedad y Villarreal, hedónicos y a la vez pragmáticos en su proceder, mejor dispuesto el conjunto de Marcelino con su clásico dibujo 4-4-2 que le ofrece seguridad defensiva, control de los espacios y creatividad en el centro del campo. Bruma, desde el costado izquierdo del ataque de la Real, era la principal inquietud para los amarillos.

Bien disputado por ambos equipos, al partido le sobraban las áreas y los porteros debido a la concentración y predisposición de las defensas. Hasta que llegado el minuto 26 del encuentro, una pérdida del esférico de la Real fue aprovechada por Denis Suárez que logró batir a Rulli tras un disparo sorprendente y sutil con el pie derecho mientras los centrales donostiarras retrocedían de espaldas hacia su área.

El gol premiaba el mejor hacer del Villarreal, convencido de su trabajo, armónico en el balance defensivo y ofensivo. Con todo, la Real posee individualidades destacables. Un centro potente de Canales fue a parar a Agirretxe que ganó la espalda a Víctor Ruiz y Musacchio para rematar desviado el preciso servicio del cántabro. Obligado por el resultado, la Real incrementó el ritmo de juego en el tramo final del primer acto encontrando respuesta en el orden del Villarreal que reclamó penalti en una incursión de Jonathan dos Santos, en apariencia derribado por Yuri dentro de su área.

Apretó los dientes la Real en el segundo acto, con más intensidad e intención, respondiendo el Villarreal con profesionalidad y compromiso defensivo. El conjunto amarillo solo encontraba respiro en los escasos momentos que disponía del esférico sin renunciar al ataque, sometido al dominio de los jugadores de Eusebio que dieron un paso al frente en los segundos 45 minutos.

Entendió Marcelino que su equipo necesitaba la posesión para vivir sin agobios, defender a partir de retener el balón. E introdujo a Manu Trigueros en el terreno de juego sustituyendo a Pina. Una paradoja que pocos entrenadores se atreven a llevar a cabo. Para no sufrir apuros, Marcelino retiró un centrocampista de corte defensivo por otro de carácter creativo, mientras Eusebio buscó remate con la entrada de Jonathas. No lo encontró y, en un contragolpe, Denis Suárez sentenció para otorgar una victoria trabajada del Villarreal.