Lomu murió al borde de la ruina
La Asociación de Jugadores crea un fondo para pagar la educación de los dos hijos del icono neozelandés
Jonah Lomu, reconocido como la primera gran estrella mediática del rugby, pasaba graves dificultades económicas en el momento de su fallecimiento, el pasado 18 de noviembre, por los efectos de una rara enfermedad renal conocida como síndrome nefrítico. Lomu, que murió a los 40 años tras haber luchado contra su enfermedad desde 1995, tenía varios préstamos pendientes y su domicilio familiar, valorado en 1,6 millones de euros, estaba alquilado y según medios neozelandeses murió al borde de la ruina. Como respuesta, la Asociación de Jugadores de Nueva Zelanda ha creado un fondo para costear la educación y la salud de sus hijos, Dhyreille y Brayley, de 5 y 6 años, respectivamente.
Lomu, el jugador más joven en debutar con los All Blacks, a los 19 años, necesitó de un tratamiento constante de diálisis para prolongar su carrera profesional hasta los 28 años, con sesiones de más de seis horas diarias. Recibió un trasplante en 2004, pero su cuerpo lo rechazaría en 2011, por lo que necesitó nuevas sesiones. A la factura médica se añade la reconocida generosidad del ala, dispuesto a asumir cualquier necesidad económica de su entorno.
Al servicio de sus patrocinadores durante el pasado Mundial, Lomu tenía importantes deudas asociadas a su empresa. Había comprado dos Mercedes de alta gama y tenía inmuebles bajo préstamos hipotecarios en Wellington valorados en más de medio millón de euros. El icono neozelandés, despedido con una emotiva haka en su funeral, falleció horas después de regresar de su viaje.
El fondo, con el nombre de Jonah Lomu Legacy Trust, está disponible a través de internet. El presidente de la Asociación de Jugadores, Rob Nichol, no espera cantidades desorbitadas y ha declarado a los medios locales que tenía conocimiento previo de la situación. Nadene, tercera esposa de Lomu y madre de sus dos hijos, no ha sido incluida como beneficiaria, pero podrá administrar los fondos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.