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El Calderón abraza a Raúl García

La afición rojiblanca agasaja al atacante navarro, que vistió la camiseta del Atlético durante nueve temporadas, en un choque sin fortuna y de mucha brega para él

GORKA PÉREZ
Raúl García disputa un balón aéreo como Giménez.
Raúl García disputa un balón aéreo como Giménez.Denis Doyle (Getty)

Es raro que un jugador visitante reciba el cariño de la afición de una manera tan exagerada. Lo es porque regresa con la idea de provocar rabia en esa gente que le aplaude agradeciéndole los servicios prestados. Eso sintió Raúl García al pisar de nuevo el Vicente Calderón, esta vez con la camiseta del Athletic. Había pancartas (“RG-8: Gracias”) y aplausos repartidos por todas las áreas de un estadio que gritó su nombre nada más verle sobre el campo.

El jugador lo agradeció levantando los brazos y mordiéndose el labio. Aun así, ya había advertido que dentro del campo no repartiría precisamente caricias sobre los que habían sido sus compañeros. No es que no cumpliera con su palabra, es que se lo pusieron difícil. Bien marcado, el delantero navarro apenas rascó bola. Si acaso para intentar darle ritmo a alguna jugada o para intentar alumbrar alguno de los múltiples barullos que se formaron en el centro del campo. No fue su noche.

Raúl García trató de intimidar a la defensa del Atlético entrando al choque, levantando la pierna, pero no rascó bola

Las dificultades de Raúl García para producir en ataque situaron a Aduriz como único referente, una carga demasiado pesada teniendo en cuenta la estabilidad de Godín en su marca. Aun así, el donostiarra se las arregló para revolver un par de veces y demostrar que sigue con la pierna calibrada y la cabeza lista. A pesar de la falta de interacción, Raúl García trató de intimidar a la defensa del Atlético entrando al choque, levantando la pierna. Logró sacar una falta de peligrosa golpeando a Giménez, quizás en la única jugada en la que su cuerpo golpeó con cierta violencia a un contrario.

Raúl García saluda a sus excompañeros.
Raúl García saluda a sus excompañeros.ÁNGEL GUTIÉRREZ (ATLÉTICO)

Lo más cerca que llegó a estar Raúl García del gol fue cuando recibió un balón en fuera de juego junto a la sombra de Oblak en el primer palo. Antes de que comenzara el partido Raúl García abrazó uno a uno a todos los jugadores del Atlético. Su estampa tras el pitido final fue otra. Menos emocionado, pero agradecido. Pero en este caso había otro partido que jugar, y ese también lo ganó el Atlético.

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Sobre la firma

GORKA PÉREZ
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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