Cruyff: “Estoy convencido de ganar esta batalla”

“Perdona Johan pero te he de preguntar sobre tu enfermedad”, se escuchó al inicio de la rueda de preguntas, en el acto de presentación del acuerdo firmado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Fundación Johan Cruyff. “Ah, no, no me importa que me preguntéis. Tengo cáncer y ya he empezado el tratamiento”, se arrancó el exjugador y exentrenador holandés nacido en Ámsterdam hace 65 años. “La vida tiene cosas que te sorprenden. Con tanta fuerza positiva que te llega de todo el mundo parece que ahora tengo un cuerpo el doble de fuerte que el que tenía antes”, aseguró con una sonrisa. “El equipo médico que me ayuda es excepcionalmente bueno y tengo la confianza en que todo saldrá bien”, dijo confirmando lo que los amigos y familiares contaban de su situación desde que el 22 de octubre trascendió la noticia: Cruyff padece cáncer de pulmón. Johan habló sobre cómo enfrentó la noticia y dijo: “Cuando te dicen que tienes cáncer no hay escape y hay que afrontarlo de la mejor manera.

Con tanta fuerza positiva que te llega de todo el mundo parece que ahora tengo un cuerpo el doble de fuerte que el que tenía antes" Johan Cruyff

Tengo un equipo que me ayuda de manera extrema, el respaldo de los doctores de aquí, y ellos de los de Ámsterdam y los de Londres. Sé que todo saldrá bien”. Y explicó. “Mi mentalidad es que lo que tiene que entrar en mi cuerpo es un amigo mío porque su tarea es matar al cáncer, aunque tenga efectos secundarios”, aseguró en referencia al tratamiento que recibe en un hospital de Barcelona. “Para mí es una batalla y estoy convencido que la ganaré. Hay que ir paso a paso, seguir los controles que dirán qué hacer, pero estoy convencido de que ganaré”. Con buena cara, sonriente, recordó la broma que le hizo a su esposa, Danny, a los pocos días de hacerse pública la noticia: “Le dije, ‘¡mira la gente cómo me quiere!’ Fue impresionante, el cariño que llegó de todos sitios. Yo creo que por eso estoy como estoy. Ha sido emocionante y me ha dado toda esta fuerza que siento”.

En su momento, había escrito en su columna de los lunes en De Telegraaf: “¡Por supuesto que no quiero decir que estoy contento con lo que me ha pasado! Pero si no piensas en mi situación actual, todo lo que está pasando es muy especial”.

Cruyff, que recordó que desde que dejó el fútbol “hace 15 años” —en realidad hace 20 que se retiró de los banquillos, a excepción de un breve paso por la selección catalana—, ha dedicado sus desvelos a ayudar principalmente a que los niños practiquen deporte, a colaborar con quienes padecen minusvalías para integrarlos a través del deporte, y ayudar a que deportistas de élite tengan una vida laboral al final de su carrera, motivos principales del acuerdo que ayer firmó su fundación con la Universidad Autónoma de Barcelona. “Cuando termina el fútbol tienes otra vida. Nunca estudié, pero en la vida encontré personas con problemas que yo no tuve”, afirmó.

Recordó que fue durante los tres años que vivió en Estados Unidos, trabajando con una de las hermanas de Kennedy, donde aprendió las necesidades que se presentan a los niños con minusvalías colaborando con los Specials Olympics. “Y entendí que debía hacer algo”.

“¿Te puedo preguntar de futbol?”, se oyó. “No”, respondió tajante Johan, que añadió, tras asegurar que vería el partido: “El fútbol es mi vida. Y en el fútbol lo mínimo es tener respeto a otro. El clásico es un partido que verán 40 millones de españoles. Uno gana y otro pierde. Pero debe ser una fiesta”. Lo dijo Johan Cruyff, que ayer recibió el premio del Consejo Social de la UAB, por su ayuda para favorecer la práctica del deporte entre más de 250.000 niños en el mundo.