Una sospecha de bomba hace suspender el Alemania-Holanda
La canciller Angela Merkel y gran parte del Gobierno tenían previsto asistir al encuentro
Tan solo una hora y media antes de comenzar, el partido que las selecciones de Alemania y Holanda debían haber jugado en la tarde del martes en Hannover fue cancelado por motivos de seguridad. La canciller Angela Merkel, así como gran parte de su Gobierno, había anunciado su asistencia al encuentro tras los atentados de París como muestra de normalidad. Pero la sensación reinante en Hannover fue todo menos normal.
Desalojada una sala de conciertos
Poco después de que el partido entre Alemania y Holanda fuera suspendido por motivos de seguridad en Hannover, la policía alemana desalojó también una sala de conciertos en la misma ciudad.
El pabellón TUI Arena, con capacidad para 14.000 personas e inaugurado hace 15 años, tenía previsto acoger un concierto de la banda alemana The Söhne Mannheims. Normalmente es escenario de partidos de hockey hielo, balonmano y grandes conciertos. El diario Bild informó de que se había encontrado un objeto sospechoso junto a la sala.
La policía de Hannover aseguró que había “indicios concretos” de un posible ataque terrorista para cancelar el partido amistoso.
Pasadas las nueve de la noche, compareció desde Hannover el ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière. “Las noticias sobre las amenazas al partido que recibimos a lo largo de la tarde nos llevaron a cancelar urgentemente el partido”, aseguró. El ministro no quiso entrar en detalles sobre la amenaza con el argumento de que su difusión podría perjudicar las investigaciones. De Maizière pidió a los alemanes “un acto de fe” e insistió en que el interés por garantizar la seguridad de los asistentes prevaleció sobre cualquier otro criterio. El ministro del Interior de Baja Sajonia (Estado de cuya capital es Hannover), Boris Pistorius, fue más claro, y admitió que por el momento no habían encontrado explosivos ni habían realizado ninguna detención.
La confusión comenzó en torno a las siete de la tarde. La policía tuvo noticia de una amenaza de bomba poco después de que abrieran las puertas del estadio, por lo que decidieron no dejar entrar a nadie más y evacuar a los que ya habían entrado. La operación transcurrió sin incidentes. “El partido ha sido cancelado. Pedimos a los espectadores que abandonen el estadio rápidamente, pero sin pánico”, dijo una portavoz de la policía cuando empezaban a llegar los aficionados a un encuentro previsto para las 20:45.
“Un símbolo de la libertad”
“Teníamos indicaciones concretas de que alguien quería encender un artefacto explosivo”, dijo el presidente de la policía de Hannover, Volker Kluwe. Más tarde, daría más detalles a la cadena de televisión NDR. “Nos tomamos los indicios que tenemos muy, muy en serio. Por ello hemos tomado esta decisión que no ha sido fácil”, añadió.
La policía había hallado "una nota sobre un posible ataque con bomba" en el estadio de fútbol del Alemania-Holanda https://t.co/vof2tKrz4i
— EL PAÍS (@el_pais) November 17, 2015
La selección alemana, que ya vivió el trauma de los atentados de París el pasado viernes, fue transportada a “un lugar seguro”, según las palabras de la Federación Alemana de Fútbol. Tras pasar la noche del viernes pasado en el Estadio de Francia, a resguardo de los artefactos que estallaron en las afueras del recinto, la selección campeona del mundo había planeado cancelar el encuentro del martes. Pero después cambiaron de opinión. “Tras dormir en casa, todos tuvimos claro que debía celebrarse. Este partido tiene un mensaje claro: es un símbolo de la democracia y de la libertad. Y una muestra de solidaridad con nuestros amigos franceses”, había dicho el lunes el seleccionador alemán, Joachim Löw.
Pero lo que estaba previsto como una muestra de normalidad acabó siendo un pequeño caos. El interés del encuentro entre dos selecciones tradicionalmente rivales no era deportivo. Hannover había acogido la cita con actividades de recuerdo a las víctimas del terror islamista, como una cadena de velas. Antes del comienzo del encuentro, las cámaras de televisión mostraban a ciudadanos que ensayaban La Marsellesa, que debían cantar al inicio del partido. Las autoridades alemanas habían organizado un gran despliegue policial para garantizar la seguridad.
El estadio de fútbol no fue el único recinto evacuado en Hannover. La confusión se apoderó de distintos lugares. Una sala de conciertos fue desalojada; así como una parte de la estación central de trenes tras hallarse en las cercanías un “objeto sospechoso”. La confusión se apoderó también del transporte público, ya que algunas líneas de trenes sufrieron cortes.
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