Mourinho: “A mi nivel es difícil aprender de otros”

Sentenciado por la prensa inglesa ("Está acabado", llegó a titular el Mirror), Jose Mourinho sigue en el banquillo del Chelsea. ¿Por cuánto tiempo? "Cuando alcanzas mi nivel, es difícil aprender de otros", declaró ayer el técnico portugués, nada preocupado por su situación en el banquillo blue al que le unen todavía cinco años más de contrato tras su última renovación.

Estás acusando a uno o más jugadores de ser deshonestos"

Lo cierto es que esta noche su equipo se mide al Dínamo de Kiev en Stamford Bridge (20.45, beIN Sports) en un partido en el que se juega gran parte de su futuro en la Liga de Campeones. El Chelsea es tercero del grupo G, con cuatro puntos, por detrás del Oporto, líder con siete, y del conjunto ucranio, con cinco. A falta de dos partidos para que termine la fase de grupos, el conjunto inglés tendría muy complicado alcanzar la segunda plaza de no conseguir la victoria esta noche.

La mala situación de su equipo en la Premier League, donde ocupa la 15ª plaza con un bagaje de once puntos en el mismo número de jornadas (está cuatro puntos por encima del descenso), le han llevado a alcanzar el peor registro inicial de un campeón en la historia del campeonato inglés. Una situación que ha desembocado en un sin fin de noticias y rumores que apuntan a la mala relación que existiría entre el vestuario y Mourinho en la actualidad. Ayer mismo, un portal inglés señalaba a Cesc Fàbregas como uno de los futbolistas que estaría encabezando esa rebelión. Algo que el futbolista español se ocupó de desmentir después. La BBC también publicó a comienzos de semana las declaraciones de un jugador del Chelsea, del que no dio el nombre, que señalaba que prefería "perder que ganar con Mourinho".

"Estás acusando a uno o más jugadores de ser deshonestos, y yo te acuso a ti de ser un periodista deshonesto", replicó el portugués a un periodista durante la rueda de prensa previa al partido ante el Dínamo de Kiev.

Tras la contundente derrota ante el Liverpool del pasado sábado y la imposición de una multa de 54.400 euros y una jornada de sanción por parte de la federación inglesa por su comportamiento durante el partido contra el West Ham, donde fue expulsado por protestar al árbitro, Mourinho vuelve a enfrentarse a un nuevo match ball que podría bien valer una semana de paz o un nuevo tornado.