Deferr: “Ray Zapata va a pelear por medalla en los Juegos de Río”
El triple medallista olímpico analiza el bronce mundialista del español, al que entrenó en Barcelona, y destaca su potencia
“Lo dije desde el principio: este chico va a pelear por medalla en Río”. No se puede entender el éxito de Ray Zapata, que el sábado se colgó el bronce en suelo en el Mundial de gimnasia artística de Glasgow, sin la figura de Gervasio Deferr, triple medallista olímpico, con todas sus aristas: fue su entrenador durante su etapa en Barcelona y es su referencia y amigo. Además, fue él quien, junto a Víctor Cano, descubrió a este talento nacido en República Dominicana, que llegó a España con 10 años y hasta los 16 no empezó a competir al más alto nivel.
Antes del sábado, Deferr se mantenía como el último medallista español en un Mundial, con una plata en suelo. Han tenido que pasar ocho años hasta que su éxito ha encontrado relevo. Ahora el nombre de Ray acompañará al del propio Gervasio, Jesús Carballo y Elena Gómez, los únicos que se han subido a un podio en un Mundial. En Glasgow, Zapata se coló en la tercera posición por detrás del inalcanzable japonés Shirai y el británico Withlock. “Sabíamos que el oro con el japonés era muy difícil, pero era posible la plata, el bronce o quedarse fuera”, explica Deferr. “Lo vi muy fuerte. Un poquito nervioso, pero ha competido muy bien. Se ha enseñado al mundo con mucha potencia y lo único en lo que lo vi nervioso fue en las recepciones. Todavía le cuesta un poco clavar y creo que ahí todavía podemos arañar unas décimas. Hay margen de mejora de cara a Río”, analiza.
La gimnasia de Ray es fruto de su circunstancia. “Empezó tarde para lo que nosotros estamos acostumbrados a ver”, explica su exentrenador, que, aunque reconoce que hubiera sido mejor haberlo detectado antes, ve el lado positivo “Todavía tiene esa ansia y esa pasión que se tiene de niño. Lleva muchísimas menos horas, menos veranos teniendo que entrenar. Ha podido vivir la infancia más tranquilo en Lanzarote desde los 10 años. Es un diamante en bruto y hay que acabar de pulirlo”, reflexiona.
Para Deferr, el ejercicio de Ray es pura explosividad. “Hay gimnastas, como Shirai, que lo que se le da muy bien es hacer piruetas y lo explota al máximo. Ray lo que hace es saltar muy alto, muy fuerte, con dobles mortales, dobles mortales extendidos con dos giros. La definición de Ray es pura potencia”. Como el propio Deferr, su pupilo tiene el centro de gravedad bajo y es muy fuerte de piernas. “Siempre que lo veo en suelo me recuerda a mí”.
Cuando Victor Cano y Deferr vieron a Ray por primera vez ya observaron esa potencia, pero con muy poco control. Fue en un par de campeonatos de España, suficiente para ir a Lanzarote, hablar con su entrenador, sus padres, el Cabildo y explicarle a todos que tenía posibilidades. “Tardamos un tiempo en que todo el mundo confiase en que lo iba a conseguir. Al final todos le apoyaron y míralo, ahí está”. Su apuesta convirtió su relación en algo más que la habitual entre un entrenador y su alumno. Para Zapata, Deferr es como un hermano, el que ha estado a su lado en los momentos difíciles cuando se sentía lejos de su familia. “Es una persona que cuando vino ya tenía una edad avanzada y tenía muy claro lo que quería. Intentaba cuidarle y hacerle entender que era muy difícil lo que iba a tener que pasar, pero que tenía que aguantar porque la sensación de misión cumplida es mayor que el sacrificio que tiene que hacer. Lo veo como un hermano chico. Alguien con quien merece la pena hacer un esfuerzo para ayudarle, porque lo merece como persona y como deportista”.
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