“Hamilton quiere más competencia”

Por más que Lewis Hamilton, flamante coronado tricampeón en Austin, repitiera una y otra vez tras la carrera que está conduciendo mejor que nunca en su vida, esta consideración requiere de ciertos matices. A juzgar por el total de victorias (10 de 16 posibles) y de poles (11) que acumula, este va camino de ser su mejor temporada en el Mundial en términos numéricos, aunque también es lógico que según quien pueda ponerlo en duda. Básicamente atendiendo a un detalle: Hamilton ha corrido solo, sin nadie que le presionara o ni siquiera le hiciera acercarse al límite de sus posibilidades, algo que sí hizo el curso pasado Nico Rosberg, su compañero en Mercedes.

El alemán ha sido un fantasma desde marzo, circunstancia que le ha llevado incluso a perder la segunda plaza de la tabla de puntos, que ahora ocupa Sebastian Vettel. Rosberg ha estado en todo momento fuera de foco, y el episodio que mejor refleja esa desorientación es el que se vivió tras el Gran Premio de China, ganado por Hamilton. En la rueda de prensa posterior a la carrera, el germano recriminó a su vecino que, a su criterio, hubiera ralentizado el ritmo más de lo normal, exponiéndole a él a los ataques de Vettel, una acusación absurda que al británico le sonó casi a cachondeo: “Nico, yo no tengo que hacerme cargo de ti”.

Llegados a este punto y después de que el corredor de Tewin se haya paseado hasta alzarse con su tercer título cuando todavía faltan tres pruebas por disputarse, los principales actores involucrados en el campeonato coinciden en que la única alternativa real al apabullante dominio del paquete que forman Hamilton y Mercedes es la alianza entre Ferrari y Vettel, que de momento suma tres triunfos (Malasia, Hungría y Singapur). La escudería de Maranello ha dado un paso adelante en todos los sentidos, pero exceptuando en situaciones muy concretas, todavía no está en condiciones de medirse a la marca de la estrella a lo largo de todo un ejercicio. Sin embargo, los signos de recuperación son esperanzadores para todos los tiffosi. La nueva cúpula directiva y, sobre todo, la promoción de James Allison como máximo responsable a nivel técnico, zanjaron la etapa anterior, marcada por las luchas de poder internas. Ahora, Ferrari va en una dirección única, y hasta el ambiente entre los dos pilotos es inmejorable.

Hamilton ha corrido solo, sin nadie que le presionara o siquiera le hiciera acercarse al límite de sus posibilidades

“He disfrutado mucho de las batallas que hemos tenido en la pista y espero que pronto lleguen más. Por otro lado, es un poco decepcionante saber que ya no podemos pelear por ganar este año, pero eso nos tiene que dar un impulso con vistas al que viene, para seguir con nuestra progresión. Con algo de suerte les pondremos las cosas más difíciles”, se conjura Vettel. “Nadie puede con Mercedes, y ese es el principal problema que en estos momentos debe afrontar la F-1. Espero que el panorama cambie en 2016 y que para ellos sea más reconfortante ganar el Mundial. Estoy convencido de que Lewis quiere más competencia, y eso sería fabuloso para todos”, analiza Jenson Button, uno de los integrantes de la parrilla con más experiencia. En la coyuntura actual, con McLaren metida en un agujero del que no está claro cómo saldrá y con Red Bull sin un motor que colocar en sus monoplazas, esa esperanza es alemana y conduce un bólido rojo.