LeBron vuelve a la carga
La estrella de Cleveland, protagonista de las últimas cinco finales, es el referente frente al campeón, Golden State, y un puñado de firmes aspirantes
Más allá de las astronómicas cifras que baraja, de sus magnificentes pabellones, de su poder mediático y del talento de sus jugadores, uno de los aspectos más llamativos de la NBA son los egos de sus protagonistas. Cada uno lo expresa a su manera. LeBron James lo hizo con solemnidad, cuando Golden State puso contra las cuerdas a Cleveland en la última final. Tras el quinto partido, con 3-2 en contra, soltó: “Mantengo la confianza porque soy el mejor jugador del mundo. Es tan simple como eso”. No se salió con la suya. Los Cavaliers perdieron la final (4-2). Stephen Curry, el líder de Golden State, campeón por primera vez desde 1975, ha esperado a los prolegómenos de la nueva temporada, que empieza el martes con un Cleveland-Chicago, para responder a LeBron y a los que pusieron algún reparo a su éxito. El eléctrico base tiró de ironía: “Pido perdón por estar sanos, por jugar contra todos los que se pusieron ante nosotros, por todos los elogios que recibimos. Lo siento mucho, rectificaremos este año”.
Los malentendidos arrancan de la inesperada ascensión al poder de los Warriors, un equipo que contaba poco. En la encuesta de pretemporada a los directores deportivos de las 30 franquicias, aparecía en la sexta plaza con un 3,8% de los votos para ser el campeón. Por delante tenía a San Antonio (46%), Cleveland (15%), Chicago, Clippers y Oklahoma (11,5% cada uno). Pero el triunfo de los Warriors fue incontestable. Su triunfo quedó matizado por la plaga de lesiones de jugadores de primerísima fila que limitaron las opciones de muchos de sus rivales. Cleveland no pudo contar con Varejão y perdió a Kevin Love en unos playoffs que tuvo que jugar con Kyrie Irving muy mermado. Los estragos físicos dejaron a la Liga sin estrellas del calibre de Kevin Durant, Derrick Rose, Paul George, Carmelo Anthony, John Wall, Kobe Bryant o Mike Conley.
San Antonio ha reclutado a Aldridge y West y Atlanta, a Splitter, pero los mayores desembolsos se han destinado a retener a jugadores clave, como Marc Gasol para Memphis
LeBron se multiplicó y se erigió en el primero en la historia que dominó las estadísticas de las finales en los tres apartados más importantes: 35,8 puntos, 13,3 rebotes y 8,8 asistencias. El Rey lleva cinco finales seguidas, de las que ha ganado dos. Tras la renovación de Tristan Thompson, los Cavaliers vuelven a contar con un equipo capacitado para ganar el anillo.
Los movimientos han sido considerables. San Antonio ha reclutado a Aldridge, el pívot de Portland, cuatro veces all star, y a David West. Atlanta ha firmado a Splitter, y Houston, a Ty Lawson. Pero los mayores desembolsos astronómicos se han destinado a retener a jugadores clave: Marc Gasol (cinco años y 110 millones de dólares) para Memphis, Duncan (dos años y 10,4 millones), Leonard (cinco años y 90 millones), Green (cuatro años y 45 millones) y Ginóbili (dos años y 5,4 millones) para San Antonio, LeBron (un año y 23 millones), Love (cinco años y 110 millones) y Thompson (cinco años y 82 millones) para Cleveland, Butler (cinco años y 90 millones) para Chicago, y el caso más espectacular, el de Andre Jordan (cuatro años y 80 millones) para los Clippers, pese a que tuvo pie y medio en Dallas.
La campaña será exigente para los Knicks y los Lakers. Kobe Bryant, a sus 37 años y siendo el jugador mejor pagado con 22 millones, podría estar ante su última temporada
La aportación de los novatos será interesante. Minnesota se decantó por un pívot como Karl Anthony Towns, en la primera elección del draft. Los Lakers se la jugaron con un base creativo y anotador como D’Angelo Russell. Los Sixers optaron por otro pívot, Jahlil Okafor. Y a continuación aparecieron las perlas europeas, los dos jugadores procedentes de la Liga Endesa, el letón Kristaps Porzingis, que recaló en Nueva York, y el croata Mario Hezonja, que ya se ha lucido en la pretemporada con Orlando.
La campaña será especialmente exigente para dos franquicias históricas que atraviesan los peores momentos de su historia. Los Knicks se han reforzado con Robin Lopez; los Lakers recuperan a Kobe Bryant. A sus 37 años y siendo el jugador mejor pagado con 22 millones de euros, podría estar ante su última temporada.
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