El PSG, la última bestia negra de la Quinta del Buitre
El conjunto francés eliminó al Real Madrid las dos únicas veces que se han visto las caras
El Real Madrid de los años noventa tenía la costumbre de generarse bestias negras, de tropezar con la misma piedra de forma recurrente. La Quinta del Buitre no tuvo un final todo lo glorioso que merecía su triunfante existencia y ya en sus estertores cayó de forma consecutiva con el Milan en Europa (1989 y 1990), Tenerife -para perder dos Ligas- (1992 y 1993) y por último con el París Saint Germain, que le mojó la oreja en 1993 y 1994.
Esos son los dos precedentes del Madrid ante el PSG, una eliminación en cuartos de final de la Copa de la UEFA y otra en la Recopa. Dos varapalos consecutivos para un Madrid que hacía tiempo que era insustancial en Europa y en España veía cómo el Barça de Cruyff ganaba una Liga tras otra.
El de 1993 era un cuadro merengue dirigido por Benito Floro, que había llegado del Albacete con su rígido e innegociable 4-4-2. En la antepenúltima ronda de la UEFA se encontraba con un PSG que era una potencia en ciernes. Entrenado por el portugués Artur Jorge, el cuadro parisino era serio en defensa y contaba con dinamita arriba. Ginola y Weah, ni más ni menos, era la pareja atacante. La eliminatoria a doble partido se abrió en el Bernabéu con un duelo en el que el Madrid consiguió un excesivo botín: 3-1 con goles de Butragueño, Zamorano y Míchel. Ginola hizo el de los franceses.
El resultado se antojaba suficiente para ir a París, pero en la capital francesa el Madrid se borró del partido desde el inicio, apenas pisó el área y fue muy vulnerable a las embestidas de los delanteros del PSG. A pesar del desastroso partido, Zamorano anotó el 3-1 en el descuento que momentánemente forzaba la prórroga. Alegría fugaz, ya que Kombuare se elevó en un balón parado para cabecear la sentencia en el 96. El Madrid estaba fuera de Europa y tres meses después perdería su segunda Liga en Tenerife.
El año siguiente, ni Madrid ni PSG jugaron la UEFA, pero se citaron en la extinta Recopa. Floro seguía en el Bernabéu, la Copa del Rey alzada el verano anterior le daba algo de confianza, pero el equipo estaba peor que el curso pasado. El juego seguía siendo plano y los resultados tampoco acompañaban. Muy descolgados en Liga y eliminados en Copa por el ¡Tenerife!, el torneo continental era el clavo ardiendo para salvar la temporada.
En el Bernabéu los blancos evidenciaron todos sus males y apenas hicieron daño a un PSG que ya estaba mucho más hecho. 0-1 con gol de Weah tras una genialidad de Ginola. Un cabezazo al palo de Zamorano y un gol fantasma de Ramis fue todo el bagaje ofensivo del Madrid. Unos días más tarde, Benito Floro fue despedido tras una derrota en Lleida y una explosiva regañina del técnico manchego a sus jugadores, aquel famoso "con el pito nos los follamos".
Así que se presentó el Madrid con nuevo entrenador, Vicente del Bosque, que haría las veces de interino hasta que el siguiente verano llegase Jorge Valdano. El cuadro merengue lo intentó, se adelantó en la primera parte con un gol de rebote de Butragueño y estuvo muchos minutos con la eliminatoria igualada. Pero el PSG era muy superior. Ginola se convrtió en una pesadilla, desbordando, inmisericorde, al joven Velasco de forma constante. El gol de Ricardo, a balón parado tras una muy mala salida de Buyo, hizo justicia y dio el pase a un equipo francés que fue mucho mejor en los dos partidos.
Más de 20 años después el Madrid no es ese equipo acomplejado en Europa y los franceses han pasado de ser un club vendedor (traspasarían poco después a Weah y Ginola) a gastar toneladas de euros para forjar una lujosa plantilla que domina con puño de hierro en Francia y aspira a hacer lo mismo en Europa.
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