La España más perfilada
Con el regreso de Thiago y Morata, Del Bosque presenta ante Luxemburgo el bloque más definido a falta de centrales
Un meñique separa a España de la Eurocopa de Francia, donde defenderá el título logrado en el torneo celebrado en 2012, hasta con un simple empate ante la telonera Luxemburgo hoy en Logroño (La 1, 20.45). Con el embarque en la mano y ante el poco pedigrí del adversario, la trama del partido no tiene tanto gancho como el examinar a La Roja más perfilada desde el batacazo de Brasil 2014. 15 meses después, Vicente del Bosque parece haber definido el espinazo de la selección, salvo en la zona central de la defensa, un boquete considerable en esta España refractaria desde que la furia dejó paso al tuya-mía de los bajitos. A partir de entonces, no hay forma de acunar zagueros, hasta el punto de que entre los tres acompañantes posibles del controvertido Piqué tan solo suman seis encuentros internacionales: Bartra (5), Nacho (1) y Etxeita (0).
A la espera de solventar el agujero defensivo y agregados dos pretorianos de primera como Sergio Ramos e Iniesta y un fijo en las convocatorias como Carvajal, los tres ausentes en Las Gaunas por lesión, el grupo que afronta los dos últimos encuentros de la fase de clasificación es una versión muy aproximada del que configuraría el entrenador si la Eurocopa estuviera a la vista, al menos la médula principal.
Del Bosque ha concretado la transición con el núcleo del Mundial de Brasil con el regreso de dos jugadores a los que siempre tuvo en el punto de mira: Thiago y Morata. Sobre todo al futbolista del Bayern, llamado a ser el relevo de Xavi, pero al que las lesiones han martirizado. El jugador que instruye Guardiola se añade al grupo más estable del equipo, el medio campo, donde España aún se distingue por una excelente columna: Busquets, Silva, Mata, Cazorla, Cesc, Isco... Con Thiago en la enfermería, el técnico de La Roja no ha encontrado en Koke, hoy lastimado, al Koke pletórico que catalizó al Atlético de Simeone en los últimos cursos.
El otro futbolista de vuelta es Morata, crecido en el Juventus y revalorizado ante el seleccionador tanto por sus propios méritos como por los cantes sucesivos de Diego Costa, con más broncas que juego en los últimos tiempos. El ariete madrileño toma de nuevo la delantera y a ocho meses de la Eurocopa lleva ventaja sobre sus competidores. En ataque, Paco Alcácer se mantiene en la sala de espera, Pedro es eterno para el míster y Nolito acredita gol y desborde. Con Morata y Thiago, Del Bosque alivia dos posiciones tan sensibles en un equipo de fútbol como son la del goleador y otro arquitecto.
Paz en la portería
La portería se ha pacificado como nunca y tanto Casillas como De Gea han resuelto sus vicisitudes en los clubes. Uno de tregua en el Oporto, lejos del ruido de Chamartín, y el otro en paz por fin con Van Gaal en el United. Al margen de los laterales, en los que hay producción en las dos orillas, el problema es que los guardametas apenas tienen defensa.
Piqué, para el que se piden aplausos en una campaña en La Rioja vía redes sociales, y Sergio Ramos no tienen relevos claros. Hasta el punto de que es probable que sea el Barça, que esta temporada no puede presumir de haber echado el candado, quien cope hoy la zaga con el mencionado Piqué, Bartra y Jordi Alba. El Barça articuló la España triunfal con su sello en el eje del campo, pero desde hace 15 años no se alistaban tres defensas azulgrana con España, como ayer apuntaba el diario Marca. Del Bosque ha puesto el radar por todo el planeta en búsqueda de centrales. Por ejemplo, ha señalado que no dudaría en llamar a Laporte, zaguero francés del Athletic, si se decide a jugar con la selección española. Es la gran asignatura. El resto troncal del equipo lo tiene subrayado el seleccionador. En Logroño se verá una glosa bastante precisa de lo que desea.
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