_
_
_
_

Chile persigue la excelencia

La selección de Sampaoli, flamante campeona de América y con el español Juanma Lillo en su cuerpo técnico, abre la fase de clasificación al Mundial 2018 ante Brasil, sin Neymar

Sampaoli, durante un entrenamiento de Chile.
Sampaoli, durante un entrenamiento de Chile.MARIO RUIZ (EFE)

Como si haber puesto un país patas arriba en un arrebato de euforia colectiva no fuera suficiente. Como si ganar la pasada Copa América desde el protagonismo, con una propuesta audaz y muchos menos recursos que los gigantes del continente fuera apenas una etapa, y no la culminación de una quimera. Apenas tres meses después de que la selección chilena pintara de rojo pasión el Estadio Nacional de Santiago, derrotando a la Argentina de Messi en la final por penaltis, su técnico, Jorge Sampaoli, mira hacia delante.

No se trata de renunciar a la idea primigenia, esa semilla que su compatriota Marcelo Bielsa plantó en 2007 y de significación capital para convertir a Chile en una de las selecciones más admiradas, reconocibles y temidas del mapamundi futbolístico. Chile mantiene vivo ese fuego. En la Copa América, la sofocante presión al rival, el ataque voraz y una mayúscula dinámica colectiva continuaron siendo sus señas de identidad, aunque matizadas por la cabeza de un técnico que no reniega de esa herencia, pero que ahora quiere dar otra vuelta de tuerca a su equipo.

En marzo Sampaoli visitó en Múnich a Pep Guardiola. Su nuevo empeño era descubrir las claves profundas del juego de posición que el técnico catalán aplica con extraordinaria singularidad en sus equipos. La reunión resultó fructífera y no solo por los conceptos que el argentino absorbió de la fuente más cualificada. Se llevó también un nombre en su agenda por expresa recomendación de Guardiola: el del entrenador español Juanma Lillo.

La primera vez que Sampaoli marcó el teléfono del técnico tolosarra lo encontró en Costa Rica, asesorando a los técnicos del club Deportivo Saprissa. En 2014, Lillo había dirigido al Millonarios colombiano, en la que ha sido su última experiencia en los banquillos. No entrena en España desde que fue cesado del Almería en 2010 tras una derrota por 0-8, precisamente ante el Barça de Guardiola, que sigue considerándole como una figura referencial y un maestro antes incluso de que coincidieran en el Dorados de Sinaloa mexicano.

POSIBLES ALINEACIONES

Chile: Bravo; Silva, Medel, Jara; Isla, Marcelo Díaz, Vidal, Beausejour; Valdivia, Vargas y Alexis Sánchez.

Brasil: Jefferson; Daniel Alves, David Luiz, Miranda e Filipe Luís; Luiz Gustavo, Elias (Fernandinho), Douglas Costa, Oscar, Willian; Hulk.

Las comunicaciones telefónicas e informáticas entre Santiago de Chile y España, entre Sampaoli y Lillo, se han ido reproduciendo antes, durante y después de la Copa América, hasta que la insistencia del seleccionador convenció a los responsables de la federación chilena. Lillo llega oficialmente en calidad de asesor. De su conocimiento, de su experiencia, y de su privilegiada visión conceptual sobre el juego se beneficiaran ahora las categorías inferiores de la selección chilena. Pero desde mucho antes de que desembarcara a finales de septiembre en el complejo deportivo Pinto Durán, ya trabaja codo a codo con Sampaoli preparando el partido de hoy ante Brasil.

Chile ha evolucionado desde la llegada de Sampaoli. Ahora quiere ser un equipo menos proclive al intercambio de golpes, maduro y bien armado para alternar el vértigo con la pausa, y siempre con el protagonismo por bandera: Con la idea de someter al equipo contrario a un centrifugado integral en todo momento: Cuando Chile disfruta de la posesión del balón su propósito es moverlo con criterio, fluidez, y respetando la velocidad que cada situación demanda. Cuando pierde la pelota el colectivo se acciona para recuperarla cuanto antes con una presión tan agresiva como exigente. No es equipo apto para pusilánimes, porque intenta condicionar todo lo que ocurra en el partido con su propuesta, ejecutada por una magnífica generación de futbolistas que ya ha hecho historia.

Brasil no tiene un patrón de juego claro. Necesita volver a dar miedo" Ronaldo

Sampaoli y su cuerpo técnico defienden que cuando la pelota rueda no hay nada más importante que los jugadores, porque el fútbol les pertenece. Creen en gente que ha crecido tanto como Alexis Sánchez, Bravo, Vidal, Valdivia, Isla, Medel, Marcelo Díaz, Mati Fernandez , Vargas y muchos otros que ahora probarán nuevos matices en el atractivo modelo de juego que pregona un técnico de carácter inquieto y capaz de seguir aprendiendo. Chile saldrá a jugar esta noche. No se sabe muy bien a qué saldrá Brasil. Sus victorias en los últimos amistosos no han lavado la pésima imagen que la selección de Dunga dejó en la Copa América.

El torneo fue para Brasil casi una lacerante prolongación de los males que padeció en su mundial con Scolari al frente. El juego continuó bajo mínimos, con ausencia de una identidad definida y la propensión al blindaje y las cautelas arbitrarias que poco tiene que ver con la grandeza que debería guiar a una camiseta legendaria. El Brasil de Dunga cayó eliminado por penaltis ante Paraguay en los cuartos de final. Pero antes, en la fase de grupos, había recaído en los mismos defectos que evidenció en 2014. Hubo problemas de gestión emocional, como la expulsión de Neymar ante Colombia que le costó una sanción de cuatro partidos. Aún le quedan dos por cumplir, y eso le impedirá jugar hoy ante Chile y la próxima semana ante Venezuela. Un inconveniente mayúsculo, ya que se ha acentuado la dependencia del equipo en la capacidad desequilibrante del barcelonista.

Dunga da instrucciones a sus jugadores.
Dunga da instrucciones a sus jugadores.Claudio Reyes (AFP)

En tierras chilenas también hubo sacrilegios históricos, como ver a Brasil defendiendo con cuatro centrales una ventaja de dos goles ante Venezuela para acabar encajando un gol a balón parado en los últimos minutos. Al clima de desconfianza generalizada sobre la verdadera jerarquía de la selección se añade un factor sombrío. Los escándalos de corrupción en la cúpula de la CBF enrarecen si cabe más el ambiente y han llegado a rozar a la selección: Romário, el portentoso goleador que se coronó campeón del mundo con la “canarinha” en 1994, y ahora senador por el Partido Socialista Brasileiro, insinuó hace dos semanas que las convocatorias realizadas por Dunga, su excompañero en la selección, sufrían interferencias por parte de grupos comerciales y empresarios de jugadores.

Para los dos próximos partidos el seleccionador ha tenido que variar sus intenciones iniciales por causas de fuerza mayor: El lateral del Bayern de Múnich Rafinha renunció a la convocatoria, y Dunga volvió a llamar a Dani Alves. El delantero del Liverpool Firmino, una discutida apuesta de Dunga, sufrió una contratiempo físico. En su puesto vuelve a la selección ocho años después Ricardo Oliveira, ya con 35, pero que parece mantener el olfato que mostró en la liga española: Actualmente es el máximo realizador en la liga brasileña con el Santos. Coutinho, referencia creativa del medio campo, cayó lesionado también con el Liverpool. Le sustituye el veterano Kaká, que juega en el Orlando City estadounidense. Al exmadridista le faltan dos goles para superar a Zico y a Romário como máximo goleador brasileños en la historia de las eliminatorias, y se ilusiona sólo fugazmente con ese record porque es consciente de que Neymar en breve acabará “atropellándonos a todos”.

Me gustaría ver a Brasil jugando como lo hace Chile en la actualidad" Tostão

Demasiadas incógnitas en una selección que hoy confía en ver la mejor versión del emergente extremo Douglas Costa, tras su imponente arranque de curso en el Bayern de Guardiola. Mientras tanto, el gran Ronaldo emite su diagnóstico lleno de nostalgia: “La selección no tiene un patrón de juego y la manera con la que viene perdiendo competiciones deja a todo el mundo muy preocupado. La selección necesita volver a dar miedo a sus adversarios”. En Brasil todavía se recuerda con escalofríos el partido que enfrentó a La Canarinha con el Chile de Sampaoli en los octavos del mundial el año pasado. Los postes del estadio Mineirao de Belo Horizonte todavía tiemblan bajo los efectos de dos zapatazos chilenos: Uno de Pinilla en el último suspiro de la prórroga y otro de Jara, en la tanda de penaltis de la que Brasil salió victoriosa pero con la angustia grabada en los rostros de todo el país.

Probablemente Dunga, en su laberinto de mil quebraderos de cabeza, no tenga referencias de quién es Juanma Lillo. Pero si sabe muy bien quién es el gran Tostao: Aquel soberbio delantero que integró la fabulosa selección campeona en el mundial del 70, y que ahora, desde la atalaya de la tribuna periodística, ejerce como voz autorizada de la conciencia futbolística nacional. Ayer Tostão, en la prensa chilena, dictó su lapidaria sentencia sobre Dunga: “Me gustaría ver a Brasil jugando como lo hace Chile en la actualidad… Me gustaría que Sampaoli fuese el técnico de Brasil”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_