Nadal, a fuego lento
Sólido en los números pero inerme en las sensaciones, el número ocho supera al canadiense Pospisil (7-6 y 6-4) y se medirá en los cuartos de Pekín a Sock
Sigue Rafael Nadal en la lucha, en esa brega diaria por reencontrar su mejor versión y ese juego que intimidaba y cercaba a sus rivales, sometidos por el brazo izquierdo del tótem hasta hace poco más de un año. Sigue, sigue y sigue el de Manacor, obstinado como pocos, pero ahora un tenista mucho más vulnerable. Si antes acongojaba con solo pisar la pista, ahora sus adversarios procesan los duelos contra él como una buena ocasión para hincarle el diente a un grande y darle lustre a su currículo. No lo hizo Vasek Pospisil, derrotado por 7-6 y 6-4 (después de una hora y 47 minutos), y el español afrontará una prueba aún más exigente en los cuartos del Abierto de Pekín: Jack Sock (6-3 y 6-1 a Andreas Haider-Maurer).
"Cada victoria te permite jugar un día más y tener más oportunidades para practicar las cosas que necesito", señaló el de Manacor, que modificó su liturgia habitual y eligió sacar en vez de restar, como siempre hace al principio del partido. "Hoy he estado más consistente, más centrado en todo momento, sin altibajos, más sólido desde el fondo que en el primer día", destacó.
Sin embargo, el careo con el canadiense volvió a reflejar una realidad plana e inánime, aquella en la que los partidos se solucionan a base de corrección y pocos alardes, con un drive todavía inerme y sin grandes emociones. Nadal estuvo bien, esta vez sin fisuras, pero en su actuación apenas se adivinaron destellos o bien síntomas de que a corto plazo vaya a volver por sus fueros. No obstante, ya lo advirtió él tras su estreno en el torneo chino, cuando cedió ocho juegos ante Wu Di, 224º del mundo: el proyecto para regresar a las alturas es a plazo medio, con vistas a 2016 y al próximo curso. Es decir, una cocción a fuego lento que requiere de paciencia, resultados y tiempo.
Cada victoria te permite jugar un día más y tener más oportunidades para practicar lo que necesito"
Visto así, por tanto, hay que aferrarse a lo positivo. Frente a Pospisil, 25 años y 44º del mundo, el español no tuvo dudas ni jugó a acelerones, sino que exhibió un ritmo lineal que fue neutralizando poco a poco el tenis directo de su oponente. Frente a la derecha contundente del canadiense (10 aces), Nadal optó por hurgar en el revés y sostener su servicio (71% de de efectividad con los saques y hasta un 71% de puntos retenidos con segundos). No lo cedió ni una sola vez y solventó la única opción de ruptura (con el 5-5 del primer parcial) que tuvo en su contra.
En la segunda manga, quebró para allanar el camino con 3-2 y luego continuó por los mismos parámetros ortodoxos para sellar el partido. El viernes se topará con Jack Sock, un interesantísimo cañonero que pega con fuerza y se mueve muy bien sobre la pista. 23 años y número 30 del ránking, en la última edición de Roland Garros ya le puso en aprietos a Nadal, que necesitó cuatro sets (6-3, 6-1, 5-7 y 6-2, en dos horas y 52 minutos de partido) para tumbarle en los octavos. "Es un buen jugador, muy agresivo y con un golpe fuerte. Un gran oponente en cuartos contra el que necesito jugar mejor. Espero estar listo para el partido", manifestó Nadal.
Si gana a la croata Mijana Lucic-Baroni, Garbiñe Muguruza tendrá plaza en el Masters de Singapur
La jornada de Pekín también deparó la victoria y el pase del número uno español (siete en la ATP), David Ferrer: 7-6 y 6-2 al checo Lukas Rosol. En la siguiente fase, el alicantino se enfrentará al chino Lu Yen-Hsun, de 32 años y 100º del mundo. Mientras, en el cuadro femenino dos noticias contrapuestas. Por una parte, Garbiñe Muguruza avanzó a la tercera ronda con un doble 6-1 ante Irina Falconi; de esta forma, la número cinco está a un solo triunfo de certificar su presencia en el próximo Masters femenino: si gana a la croata Mijana Lucic-Baroni (80), estará en Singapur. Pero, por otra, Carla Suárez cayó ante la suiza Timea Bacsinszki (4-6, 6-4 y 5-7) y se complican sus opciones de convertirse en maestra.
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